jueves, 17 de enero de 2013

Problemas para gestionar las rabietas

En casa se nos acumulan los problemas últimamente. Unos padres cansados, con poco tiempo disponible y tristes a ratos por las experiencias que nos están tocando vivir y unos niños demasiado sobre-excitados tras el subidón de azúcar, regalos y emociones de las navidades dan forma a un cóctel familiar muy peligroso.

Empezamos la vuelta al cole con gritos, discusiones y tensiones. Darío no quería ir al cole. Se negaba, se aburría, argumentaba todo tipo de razones para no ir al cole. Fueron días tensos, algunos de quedarse en casa y otros de ir al cole triste, enfadado y pasarse el resto del día agobiado pensando en el día siguiente.

Nosotros, como padres, en muchos momentos nos hemos visto superados por esta situación. Por un lado, nos afecta ver a nuestro hijo triste y nervioso por un tema tan importante. Por otro, gestionar a un niño en casa en horario escolar no deja de ser algo que trastoca todos los planes o actividades que tengas para ese día en concreto.

Negociación complicada
Pero es que, además, nuestra reacciones han ido de la compresión al enfado de manera, a veces, radical. Un día, por ejemplo, me lo pasé enfadada, llevando al peque al cole a base de amenazas y viendo cómo se quedaba lloroso y triste. No podía empatizar con él, porque la emoción que me dominaba era el cabreo. Un enfado que iba a más.

Al poco rato, iba con mi hija (que estaba con varicela y no podía ir al cole) a comprar unas cosas y al comparar las situaciones (ahora hablando alegremente con ella y antes tremendamente enfadada con él) me di cuenta de que yo no quería ser esa madre que había sido antes con mi hijo. De que algo iba mal. Y fue un punto de inflexión para reflexionar e intentar mejorar una situación que, de momento y a día de hoy, parece que ya va mucho mejor encauzada.

Resolver esta situación con mi hijo ha supuesto más de mi tiempo de dedicación y esfuerzo. Parte del problema es que echa de menos pasar más tiempo con su mamá y yo estoy intentando darle cada minuto que puedo, aunque eso me cree a mi cierta angustia por no poder atender al resto de tareas que tengo pendientes y que se van apilando sin remedio.

Vuelta al problema
Hoy, con mi hija, he vivido una situación muy similar. Estando en el cole, se ha negado a entrar. Y, de nuevo, me he pillado un cabreo  monumental. No he sabido gestionar MI RABIETA. La he gritado porque ella me gritaba, no la he escuchado porque ella no me escuchaba y, una vez en casa, he terminado de canalizar mi furia lanzando cosas por los aires.

Últimamente supone un problema familiar hacer frente a las rabietas de Diana, que se suceden con una frecuencia pasmosa, sin duda influenciadas por las distintas tensiones que vivimos actualmente. Pero leñe, es que ella es una niña de tres años. Tiene derecho a tener rabietas, a aprender a gestionar sus emociones, a gritar, a no escuchar y a ser irrazonable. Y nosotros, como adultos, deberíamos tener empatía y saber guiarla en el proceso.

En cambio, yo por lo menos, me veo sufriendo rabietas de adulto. Tratando de imponer mi criterio sin importar la otra persona y con una absoluta falta de empatía. Desde luego, este post es un desahogo, pero también agradecería cualquier tipo de sugerencia, comentario o ayuda que pueda contribuir a ayudarme a gestionar este mal humor y este enfado universal que surge en cuanto algo se tuerce.

El primer paso para solucionarlo es admitirlo y, desde luego, no me queda otra que admitirlo: últimamente no me gusta la madre que soy, pierdo los nervios a menudo, grito, me convierto en un ogro, no escucho, no soy capaz de ponerme en el lugar del otro. ¿Cómo voy a enseñar a mi hija a gestionar sus rabietas si yo misma no soy capaz de gestionar las propias? Me siento una madre horrible y el hecho de no estar sola en ello no me consuela.

28 comentarios:

  1. Esta mañana yo tb he sido un ogro, no he gritado, he susurrado, casi que es peor. Así que hoy mismo no te puedo dar muchas sugerencias. Solo recordarte lo que opino de las rabietas de Diana... y que igual deberías buscarte más ratos para tí sola, yo te cubro por aquí si quieres.
    <3

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Lo de los ratos para mi sola es una utopía... Pero intentaré sacar esas tres horas para el sábado... ¿Habrá algo en el cine para los enanos? Un besote y muchas gracias. Por lo menos tenemos empatía entre mamás ogresas, que ya es un triunfo. ¡¡¡Muacks!!!

      Eliminar
  2. Hola bonita. No sabes cuánto te entiendo. Mi nombre es Sandra. Soy mami de 4 preciosidades de 8, 6, 4 y 2 años. Y claro... de esas situaciones tengo a montones. Así que aunque no me considero ninguna experta, voy a contarte mi actitud.
    Las obligaciones en la infancia superan ya los derechos, un niño tiene que tragar con biberones de leche que no es mejor que la materna, vacunas y visitas al médico que le incomodan, sociedades que les piden que se estén quietos, no griten, no armen jaleo, en definitiva... que no sean niños. Y a nosotras nos pidieron lo mismo. Así que, después de muchas lágrimas por no poder contener mi propia rabia decidí que lo primero éramos nosotros, yo y ellos y ella, y mi marido. Y desde entonces todo es distinto. Cuando alguno se queja de que no quiere ir al colegio, le pregunto porqué, y le prometo que resolveremos la situación, hablando con quién sea, porque es el deber de los profesores ayudar al peque a sentirse a gusto aprendiendo, es nuestro deber mediar, y el del niño, sólo lo es disfrutar y jugar mucho. No tienen que aprender nada, no tienen ninguna obligación, más que el derecho de ser niños y niñas y crecer jugando, riendo y siendo felices. Así que, piensa que escolarizar no es obligatorio en España, como vacunar tampoco, y que nadie te obliga a hacer nada que a tí no te apetezca. Y no por ello serás mala madre, o sí delante de los demás, pero qué más da. Así que cuando te sientas tan mal, pregúntate, ¿qué es lo que a tí no te gusta? Y te darás cuenta de que a tí, no te gusta lo mismo que a ellos y ellas, que no puedan ser niños y niñas. Que les pidan y exijan tanto. Como nos exigimos nosotras a nosotras mismas. Porque nos educaron así, y así lo hacemos nosotras. Pero a veces olvidamos que tienen toda la vida por delante, y que nosotras también. Yo escolaricé al mayor a los 5, el segundo a los 3, la pequeña tiene 4 y está conmigo, igual que el de 2. Cada uno tiene un ritmo, unas necesidades, un querer. Y escucharles, y dar voz a sus reivindicaciones, que sepan que les debemos respeto, sólo por existir, es lo mismo que necesitamos nosotras. Exigidas en estar atentas, amables, amorosas, además tener la casa recogida y limpia, la comida hecha, dispuestas a echar un polvo y encima a renunciar a nuestra vida laboral y social si hace falta. Y todo para qué? Para cargarnos de esa rabia que sale cuando nuestros niños nos ayudan a hacerlo. Dales las gracias amor, porque gracias a ellos has podido conectar con esa rabia, la de donde la sociedad nos lleva, si nos dejamos. Habrá que tomar decisiones. Somos valientes por naturaleza. Besos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola Sandra:
      Me encanta tu reflexión y me ayuda mucho. De hecho, nos estamos planteando la idoneidad o no de la escolarización de nuestros hijos en el sistema actual.
      Lo que pienso ahora es que visto el resultado, mi hija se ha venido a casa conmigo, igual lo podía haber hecho con mucha más elegancia.
      En fin, habrá que seguir creciendo como madres y como personas, luchando con nuestros propios fantasmas.
      Un abrazote.

      Eliminar
  3. Somos humanos, no robots. A veces nos equivocamos pero eso no es malo del todo pues forma parte del aprendizaje. Lo bueno es darse cuenta, pedir perdón, perdonarnos a nosotros mismos (más difícil) e intentar mejorar.
    Un abrazo

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias, Marian. Desde luego afán de mejora no nos falta, pero cuando estas en plena "rabieta" es tan difícil tener la entereza de pararte y reflexionar. Bufff. Y lo de perdonarse a una misma es la peor asignatura pendiee.

      Eliminar
  4. Ufff amore...estoy cabreada con el mundo y enrabietada de adulta...parece que hoy nuestro sentir iba paralelo...

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Pues menos mal que no nos hemos encontrado en esta situación juntas, que el índice de objetos voladores iba a ser de aúpa. Espero que la situación haya mejorado para ti también. Un abrazote.

      Eliminar
  5. Yo no te puedo aconsejar... el tema de las rabietas me queda aún un poco lejos...
    Pero, si te sirve de ALGO, sigo recordando como si fuese ayer una noche cuando Olivia tenía pocos dias de vida, y yo llevaba demasiadas horas sin dormir, con unas grietas dolorosas, e inmersa en un puerperio muy triste... que le grité, si, a mi bebé casi recién nacido, -DUÉRMETE YAAAAA!!!!!-. Hay peor ogro que ese? creo que no... me da que te gano por goleada :(
    Un besazo y ánimo preciosa! Estoy segura de que encontrarás el camino.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Ahhh, Verosa, pero ese capítulo del puerperio incomprendido y de la madre al borde de la resistencia merece un post aparte.
      Un abrazote.

      Eliminar
  6. Lo de escuchar, intentar entenderlos y ponerte en su piel, me parece lo mejor que puedes hacer. Aunque no sea fácil entender lo que un crío puede querer, la empatía creo que es lo mejor para ambos (hablo desde el punto de vista de una hija, que en breve se convertirá en mamá, y que echó eso de menos en algunos aspectos de su vida)

    Y respecto a esas rabietas, con los tiempos que corren, creo que entras en el standard de mama... O simplemente en el standart, porque los que no tenemos hijos nos enfadamos con la pareja, con el perro cuando le da por ladrarte cuando le acabas de llevar a un largo paseo hace 5min... Lo mejor, contar hasta 10, 100 o 1000 según el momento, respirar, recapacitar... y comerse una pastillita de chocolate :)

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Holandesa Errante,
      Qué gran suerte tiene tu bebé por llegar de que todavía recuerdes los sentimientos y las emociones de una hija. Seguro que eso te hará crecer como madre.
      Sí, es cierto que los adultos nos enfadamos demasiado a menudo. El problema es que con nuestros hijos los llamamos rabietas y nosotros solo estamos de mal humor. Creo que admitir que los adultos también tenemos "rabietas" es importante.
      Un abrazote.

      Eliminar
  7. Hola :) yo apenas me voy adentrando en el mundo de las rabietas, pero he ido "entrenando" hace un rato ya porque sé que me altero fácilmente y eso no ayuda nada.. No sé si conoces este libro http://www.elblogalternativo.com/2009/12/12/cuidando-el-alma-infantil-libro-gratuito-en-pdf-pintara-los-soles-de-su-camino/ pero a mi me ha ayudado muchísimo a comprender muchas cosas y a sentir más empatía por mi niña y sus procesos. Espero pueda ayudarte :)

    Saludos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Tomo nota de tu recomendación, Vero. Muchas gracias.
      Un gran abrazo.

      Eliminar
  8. Es normal que te encuentres al límite, porque es un mes que se hace cuesta arriba para ellos y con los temas personales que estais lidiando, es normal encontrarte así. Pero eres una mamá fabulosa, que sabe reconocer sus fallos e intenta corregirlos. Así que felicidades por ser como eres y pronto tus niños volveran "a su ser" y las cosas se calmarán. Ánimo.

    Besos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchas gracias por esas bonitas palabras que me dedicas. La verdad es que da gusto escribir un post de desahogo y que me digais estas cosas que me llegan al alma.
      Un abrazote.

      Eliminar
  9. Así de mala madre me sentí yo el otro día, escribí un post al respecto también, y concluí (yo sola, asiq tampoco es una conclusión muy fiable científicamente, jaja) que lo más importante es la mente, si no estamos positivas y tenemos pensamientos negativos es difícil que actuemos de otra manera. El paso importante está dado, es saber que así no quieres ser para tus hijos. Pues ahora toca respirar, cargarnos de paciencia e intentar verlo todo desde su prisma, en el que las cosas por las que nos enfadamos a veces no son tan graves como creemos en ese momento. Si quieres leer mi post del tema es este: http://elotrorinconcitodemirubio.blogspot.com.es/2013/01/cambiando-el-chip.html Un beso muy fuerte, ánimo, y positividad!
    Por cierto, me he descargado el libro que te recomienda Vero aquí arriba, por si mi positividad y paciencia no son suficientes!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola preciosa:
      Ahora mismo me paso a leer tu post. Desde luego, es importante sentirse bien con uno mismo para sentirse bien con los demás.
      Muchas gracias por tu aportación.
      Un abrazote.

      Eliminar
  10. Hola Elo!!
    Yo hace un mes estaba asi, yo trabajando a jornada completa, más el emprendimiento, un momento personal delicado y papi con más trabajo del habitual. Me converti en una gritona :( Despues de las fiestas estamos mejor, tengo todo el tiempo del mundo para Abril y estamos muy relajadas, pero me regalaron un libro, que me esta gustando mucho, de Naomi Aldort, se lo dije a Elena... Sólo tomar conciencia de la madre que no queremos ser, es increiblemente importante. Te mando un abrazo inmenso, a ver si la semana que viene te lo puedo dar en persona :)
    Besos,
    Bei

    Pd. He visto cierto comentario tuyo en cierta foto de Shakira y Pique... Esto no se hace, las comparaciones son odiosas, pobre Pique comparado con mi MachoMan :P

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Pues ya me dirás el título del libro... O mejor me lo pasas, que tampoco estamos para hacer grandes inversiones en libros, ji, ji. Muchas gracias por ese abrazo.
      P.D. Lo siento por Shakira y Piqué, y ya sé que las comparaciones son odiosas, pero a mi me encanta mucho más tu foto con tu MachoMan que la suya. ¿Dónde va a parar? En fin, déjala que se muera de envidia...
      P.D.2. ¡¡¡Vaya!!! Que una ya no puede cotillear a gusto ni en las redes sociales sin que la aludida se de por aludida XD

      Eliminar
  11. Eloisa... eres todo menos una madre horrible! Estas pasando por una situación de vida muy complicada, y según lo veo yo desde "la ventana" llevada con gran entereza... es normal decaer, es normal no poder tener todo el tiempo las emociones bajo control, es normal ser humana... Entiendo a lo que te refieres con que la adulta eres tu, y lo sé porque a mi también me estaba pasando con el peque, y también me hice las mismas reflexiones, hasta que llegué al punto en el que me di cuenta de que de todo menos perfecta! y que mis hijos también pueden enriquecerse de ver que su mamá es humana, siente, se descontrola pero que es capaz de reconocerlo y reconducirse!. Animo preciosa... eres maravillosa.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Catalina:
      Muchas gracias por tu aportación. Creo que muchas andamos en ese periodo de reflexión sobre qué madre queremos ser y cómo con nuestros hijos. Sobre todo cuando superamos los obstáculos iniciales del puerperio y nos enfrentamos a la tarea de educar a niños "más creciditos".
      Desde luego, no quiero ser perfecta ni ganas de enseñarle a mis hijos esa pasión por la perfección. Desde luego, que con nuestro ejemplo les enseñamos a pedir perdón y a reconducirse... ¡¡¡Pero me sabe tan mal hacer lo mismo que luego le recrimino a ella!!!
      En fin, seguiremos luchando por ser un poquito más esa madre que aspiramos a ser.
      Un abrazote.

      Eliminar
  12. Creo que no eres la única que muchas veces se siente así. Acabo de conocer tu blog pero he entendido a la perfección todo lo que he leído. Te comprendo y creo que te comprendemos todas las que somos madres. No siempre estamos con el ánimo adecuado para aguantar ciertas cosas y hay veces en que no somos capaces y decaemos. Somos madres, nuestro trabajo es arduo y a tiempo completo es imposible hacerlo bien todo siempre.

    Solo puedo decirte que intentes contar hasta 5 o hasta 10 antes de abrir la boca cuando te encuentres en esa situación. Es casi mejor que salgas de la habitación donde esta tu hijo y le dejes solo antes de que te pongas más furiosa y ya no puedas dominar tus nervios. Eso es lo que nos pasa normalmente, nos vamos hinchando con el rato hasta que explotamos en algún momento.

    De todos modos ten en cuenta tu situación personal. Yo pasé por una mini depresión no hace mucho y era incapaz de controlar mis nervios ni una sola vez, explotaba a la mínima y después me hinchaba a llorar de lo mal que e sentía... lo pasé bastante mal, la verdad.

    Mucho ánimo. Espero no haber aburrido con el rollo que he echado...

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchas gracias, adormir. En primer lugar, espero que esa minidepresión ya haya pasado y que todo esté bien de nuevo. Está claro que si no estamos bien, no podemos ser esas personas equilibradas que aspiramos a ser.
      Tomo nota de tu consejo, pero creo que es más complejo de lo que parece, porque cuando estás en medio de un cabreo monumental, de lo último que te acuerdas es de contar hasta diez... Pero habrá que grabárselo a fuego en la cabeza.
      Un abrazote.

      Eliminar
  13. En una reciente entrevista a Ina May Gaskin pronunció estas palabras que a mi me gustan mucho:

    "–También es bueno practicar el perdón a una misma. Hay que ser compasiva con una como madre. Nunca se habla del padre perfecto, pero sí de la madre perfecta (risas)."

    Un fuerte abrazo,

    Verónica

    ResponderEliminar
  14. Yo también me he sentido así a veces, y sin pasar por el momento emocional tan delicado que estás pasando tú.
    Creo que las "sombras" que se remueven en todo ese proceso están haciendo efecto también en tus hijos mayores.
    No sé si puede ayudarte este post que escribí hace tiempo:
    http://www.tenemostetas.com/2011/11/la-madre-que-somos-y-la-madre-que.html
    Ultimamente, yo hablo mucho con mi hija y le explico que mamá pierde la paciencia, que a veces se convierte en una madre-bruja... cuando pierdo los papeles, luego al recuperarme le digo medio jugando medio en serio que mamá-bruja ya se ha ido y que ha vuelto mamá-hada, que a veces pierdo la paciencia, pero que no es su culpa, es que mamá está cansada, a veces triste, que intento hacerlo lo mejor que puedo, que los adultos también nos equivocamos, que le pido disculpas... Ya ella a veces también dice: "hago lo que puedo", todos nos equivocamos, etc... De paso, le doy permiso a ella para equivocarse y perdonarse.
    Abraza(te) a esa madre-niña enrabietada, solo abrazándo(te) podrás también abrazarlos a ellos.
    Te abrazo, yo también.

    ResponderEliminar
  15. Hola Eloisa,

    Acabo de descubrir tu blog, y estoy impresionada por lo que dices. A partir de ahora te sigo! Pasando por tu situación, admiro tu entereza y humildad. Creo que eres una madre estupenda, aunque como todas, perdamos la calma alguna vez! Yo intento tanrme las cosas con calma, y a veces lo único que me queda es reírme de mi misma y lo patética que llego a ser a veces!! Si te apetece darte una vuelta por mi blog, aquí está la dirección, un abrazo y sigue así!
    http://mamicool19.blogspot.com.es/

    ResponderEliminar
  16. hola! hace poco, en bebés y más, armando hizo una entrada porque tenía el mismo problema, su solución fue muy sencilla, deja a su hijo decidir cuando quiere ir al colé y cuando no,y el resultado fue sorprendente...búscalo, te lo recomiendo.
    son solo niños y les exigimos qué vivan en un mundo de adultos comportándose cómo adultos, bien, si pudiéramos muchos no iríamos a trabajar, vamos porque no hay más cojones, pero ellos no tienen qué ir obligados, pueden quedarse en casa, no es grave, llegara el día qué tengan qué ir sin derecho a elegir, porque forzarlos ahora?
    en serio, busca la entrada de armando, te va a encantar

    ResponderEliminar

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.

Otros post interesantes

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...