Según he podido discernir de las lecturas en distintas fuentes de Internet, la principal fuente de DHA son ciertas algas marinas que, al incorporarse en la cadena alimenticia de los animales marinos, hace que el principal aportela principal fuente de DHA en la dieta humana sea el pescado azul: salmón, sardina, bacalao, atún, etc.
Hasta en la sopa
Pues sí, mantequilla, huevos, galletas, productos lácteos y ¡¡¡Cómo no!!! La leche de fórmula para bebés también está enriquecida con DHA. Y con AA, ya que parece que cuantas más siglas le añadan a las leches artificiales para alimentar a bebés humanos más tecnología hay en ellas o, ¿quién sabe? a lo mejor más excusas para subir el precio, hacer más publicidad y seguir aumentando las ventas.
Supongo que, un poco para contrarrestar la inquietud que podría producir en algunos padres la tabla de peores resultados en neurodesarrollo y cognición de los niños alimentados con leche artificial, y teniendo en cuenta que el DHA y el AA juegan un papel fundamental en el desarrollo del cerebro, la retina y el sistema nervioso central, los fabricantes de leche de artificial decidieron seguir "evolucionando" sus fórmulas para incluir estos ácidos grasos.
Pero, la verdad es otra muy diferente y es que "existe poca evidencia que demuestre que suplementar las leches de fórmula con LCPUFAs (ácidos grasos de cadena larga) conlleve algún beneficio significativo a largo plazo", según el libro Breastfeeding Managemente for the Clinician Using the Evidence.

El DHA y el AA de la leche materna varían en cantidad en función de las diferentes tomas y de la edad del bebé. Además, forman parte de un conjunto complejo con el resto de ácidos grasos y nutrientes presentes en la leche materna. Este tipo de consideraciones no se tienen en cuenta cuando, simplemente, se decide añadir a los polvitos blancos DHA procedente de microalgas fermentadas (Crypthecodiunium cohnii) y AA de hongos (Mortierelle alpina) a los aceites de soja, maíz, palma y coco que normalmente se usan para sustituir la grasa animal propia de la leche de vaca.
Por eso, son muchas las dudas que han surgido con respecto al uso de estos aditivos en la leche de fórmula. Y es que, no olvidemos, que cuando llevamos una dieta variada, el hecho de tomar algún alimento con aditivos no muy recomendables puede no tener grandes consecuencias; pero cuando este tipo de ingeniería se aplica a la leche de fórmula, el único alimento de un bebé durante seis meses y el principal durante al menos otros seis meses más, la peligrosidad aumenta exponencialmente.
Para reflexionar
Os dejo un listado de las principales "dudas" expresadas por la comunidad científica (no financiada por Danones, Nestlés y similares) respecto al uso de estos aditivos:
- Niveles más áltos de LCPUFA en las membranas de las células musculares se han relacionado con un aumento de la sensibilidad a la insulina (Pan et al., 1994).
- Se barajan posibles efectos en la transcripción de genes (Clarke & Jump, 1996).
- Es posible que la sobresuplementación de potitos y leches de fórmula con ácidos grasos pueda haber contribuido a la actual epidemia de obsidad (Massiera et al., 2003).
- La fortificación de la leche con DHA es una preocupación añadida a las ya existentes sobre la ingesta excesiva/desequilibrada de ácidos grasos omega3 y omega6.
- Un consumo desequilibrado de ácidos grasos puede producir patrones alterados de crecimiento (Carlson et al., 1992, 1993).
- En los estudios que demuestran los beneficios de las fórmulas suplementadas, normalmente se detectan problemas de base como muestras insuficientes, confusión sobre las fuentes de DHA y AA en las comparativas de estudios, diferentes cantidades y ratios de ácidos grasos, diferentes composiciones en la fórmula base y distintas duraciones en el periodo en que la leche era consumida (Koo, 2003).
- Muchos estudios comparan a bebés alimentados con fórmulas sin suplementar y fórmulas suplementadas, pero todos ellos carecen de un grupo de control de niños exclusivamente amamantados.
- La exactitud y fiabilidad de las pruebas utilizadas para determinar los efectos cognitivos y visuales de los LCPUFAs durante los dos primeros años son controvertidas.
- Los criterios para incluir a bebés en los estudios normalmente excluyen a niños enfermos, gemelos o más múltiples y prácticamente cualquier bebé con algún tipo de problema. Esta selección arroja dudas sobre la idoneidad de estas fórmulas suplementadas para los niños excluídos, independientemente de la fuente de LCPUFAs.
- Los meta-analisis de estudios aleatorios sugieren que cualquier beneficio funcional en la vista o el neurodesarrollo de la suplementación con LCPUFAs tendrá una trascendencia clínica menor, al menos para los nácidos a término (Koo, 2003).
- Poca evidencia respalda que las fórmulas que contienen LCPUFAs mejoren la visión y la inteligencia en recién nacidos a término sanos. Sin embargo, el 25% de incremento en el coste puede suponer una carga para el presupuesto familiar.
- La leche humana contiene otros LCPUFAs además de DHA y AA que pueden ser transformados en DHA y AA por el organismo y que intervienen en la conversión de los ácidos linolénico y alfa-linolénico en DHA y AA. La presencia de estos LCPUFAs adicionales puede explicar parcialmente la aparente necesidad de ingerir mayores cantidades de DHA y AA a través de la leche de fórmula para lograr el mismo contenido en plasma de esos ácidos grasos observado en los bebés amamantados (Clandinin et al., 1997).
- La leche materna contiene lipasas que mejoran la digestión de las grasas en los bebés amamantados; la leche maerna es un líquido complejo que contienen numerosos componentes bioactivos, hormonas y células vivas que no se encuentran en la leche de fórmula. Este tipo de consideraciones no son tenidas en cuenta cuando simplemente se añaden LCPUFAs a la leche de fórmula (Oficina para la Seguridad de los Aditivos Alimentarios, 2001).
Y, también en los alimentos para adultos hay que desconfiar de las "recetas milagro". No es oro todo lo que reluce y ya lo adelantaban hace unos años en un artículo de la revista Consumer. Lo puedes consultar aquí.