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lunes, 7 de febrero de 2011

Dodot: el desenlace

El jueves pasado la red maternal se revolucionaba al extenderse como un reguero de pólvora la noticia de que Dodot había publicado en su web un artículo que "defendía" el castigo físico como medida educativa para los niños y daba "pautas" sobre cómo aplicarlo.

El viernes la red maternal paría su respuesta: una condena rotunda y consensuada a la apología del uso de la violencia contra los más pequeños e indefensos de nuestra sociedad y una profunda indignación ante la falta de criterio de una marca comercial de tal calado a la hora de ofrecer consejos sobre crianza a los padres que claramente se situaban en la ilegalidad.

Primera reacción institucional
Si durante el día del jueves los responsables de comunicación de Dodot iban capeando el temporal como buenamente podían, ofreciendo una excusa de lo más peculiar: 
Queremos recordaros que nuestra web es una web informativa donde nos dedicamos a acercaros toda la información existente relacionada con el cuidado, la atención y el mundo infantil y que provienen de expertos en cada una de las áreas correspondientes.  Nuestro objetivo es servir como canal de información para que vosotr@s podáis elegir la forma óptima de guiar a vuestros niños en su crecimiento.
(Si queréis ver el texto pulsad sobre la imagen)
El viernes, por fin, y supongo que después de que más de un directivo se desayunara con la polémica (me imagino al responsable de finanzas dicéndole al responsable de comunicación que su mujer le había llamado porque en un blog que lee habían publicado un artículo diciendo que Dodot aconsejaba pegar a los niños con un montón de enlaces a otros artículos similares) la situación se demostró insostenible.

No sólo habían cometido el error imperdonable de publicar un artículo haciendo apología de la violencia contra los niños (prohibida expresamente por las leyes españolas), sino que se habían pasado un día entero dando excusas baratas ante las protestas de los padres en la web, en su correo y en su perfil de Facebook.

Segunda reacción
Así que, a media mañana, el artículo que nunca debió existir se borraba de la web española. La primera excusa de la marca, en su perfil de Facebook:
Gracias papás y mamás de Dodot por habernos ayudado a darnos cuenta de este error humano y técnico que ha tenido lugar. Por ello hemos procedido a eliminar el artículo de la Dra. Suzanne Dixon de nuestra web. Por favor aceptad nuestras disculpas y contad con que esto no volverá a suceder. Es nuestro compromiso seguir aprendiendo, gracias a vuestra ayuda, cada día.
Borrado el artículo, la disculpa sabía a poco. Sobre todo cuando se achacaba la publicación a un error humano y "técnico", como si el artículo se hubiera publicado sólo en la web por arte de biribirloque. Sabiamente, corriegieron este nuevo "error" en su web, ya que al publicar su "disculpa pública" en la web sólo hablaron de error, omitiendo los calificativos "humano" y "técnico".

Gracias mamás y papás de Dodot por habernos ayudado a darnos cuenta de este error que ha tenido lugar. Por ello hemos procedido a eliminar el artículo de la Dra. Suzanne Dixon de nuestra web. Por favor aceptad nuestras disculpas y contad con que esto no volverá a suceder. Es nuestro compromiso seguir aprendiendo, gracias a vuestra ayuda, cada día.
Por otro lado, se les sugería, en los comentarios, una manifestación pública de rechazo a la violencia contra los niños... Máxime, cuando en la red social se propagaba el rumor de que la oficina del Defensor de Menor estaba preparando un dossier para informar a Dodot de las actitudes y recomendaciones que rayaban -o entraban directamente- en la ilegalidad en su apartado de consejos sobre crianza.

Por otro lado, en el perfil de Save the Children también hacían mención al asunto:
Nos acaban de llamar de Dodot para indicarnos que han retirado el artículo. Nos han explicado que se ha debido a un error y que Dodot no apoya de ninguna manera el castigo físico. ¡Lo celebramos!
Tercera reacción
Finalmente, y tal y como he podido comprobar a lo largo del domingo, Dodot ha matizado su disculpa pública, constatando lo siguiente:
Querid@s usuari@s,
Gracias a tod@s por habernos ayudado a darnos cuenta del error que ha tenido lugar. Por ello hemos procedido a eliminar el artículo de la Dra. Suzanne Dixon de nuestra web. Os reiteramos nuestras disculpas y tomaremos las medidas oportunas para que no vuelva a suceder.
Respondiendo a vuestras peticiones, declaramos que, por supuesto, Dodot no apoya de ninguna manera el maltrato infantil, nos apena profundamente haber podido sembrar dudas al respecto.
Es nuestro compromiso seguir aprendiendo, gracias a vuestra ayuda, cada día.
Muchas gracias a tod@s por ayudarnos a crecer junto a vosotr@s.
Finalmente, la sensatez terminaba de anidar entre los responsables de Dodot y hacían la ansiada declaración pública de rechazo de la violencia contra los niños, aunque mucho más "tibia" que la que hacían en Facebook o en su e-mail a algún blog de los más mediáticos del mundillo maternal.

Si en un primer momento hablaban de estar "en contra de cualquier manifestación de violencia hacia cualquier ser humano" y defender "los derechos e integridad tanto de los niños, como de los adultos", al final la declaración institucional se quedó en un mero rechazo al "maltrato infantil" una declaración mucho más ambigua que, según mi modo de verlo, deja abierta la puerta al famoso "cachete a tiempo" porque muchas personas no consideran que eso sea "maltrato infantil"... aunque, claro está, que Dodot tampoco quiere perder como clientes a los partidarios del "cachete a tiempo"...

Complicado esto de meterse a dar consejos de crianza como estrategia de relaciones públicas para vender pañales... Lamentablemente, nunca se puede tener contento a todo el mundo.

"No dudes jamás de la capacidad de tan sólo un grupo de ciudadanos conscientes y comprometidos para cambiar el mundo. De hecho siempre ha sido así"
Margaret Mead

viernes, 4 de febrero de 2011

Dodot te enseña cómo pegar a tus hijos

Vivir para ver. En su afán por convertirse en interlocutores y prescriptores en todo lo relacionado con la crianza de los bebés, son muchas las marcas comerciales que recurren a webs en las que publican consultorios y aconsejan a los padres sobre distintos aspectos de la vida cotidiana con los más pequeños.

Es el caso de Dodot, que aconseja a los padres sobre temas tan poco relacionados con los pañales como el sueño, salud, nutrición o seguridad en el hogar.

Todo son políticas internacionales bien orquestadas para arrojar dividendos en materia de relaciones públicas y de imagen de marca. Pero, en algunos casos, les sale el tiro por la culata.


¿Pegar con criterio?
Es lo que ha pasado con el último artículo que la marca de pañales ha publicado en su web, que versa sobre "los castigos físicos". Cualquier persona esperaría que el dichoso artículo fuera un texto comedido en el que los expertos desaconsejaran recurrir al castigo físico ya que su valor pedagógico es nulo y solo sirve para canalizar la frustración de los padres a través de la agresión física. Además, teniendo en cuenta que la violencia sólo engendra violencia, al recurrir a la agresión enseñamos a nuestros hijos que esa es la manera de "educar" a los que no piensan como ellos, a sus hermanos pequeños, a sus amigos del parque o del cole, etc... E, incluso, a los adultos, obviamente. Si le mostramos que la violencia es la forma adecuada de canalizar la frustración, ellos harán lo mismo.

Pues no, nada parecido a la realidad. En la dichosa web hacen apología del cachete con argumentos tan llamativos como este:
Aunque ningún estudio a largo plazo ha mostrado la efectividad de los cachetes, tampoco existe ninguno que haya demostrado que este tipo de castigo cause efectos importantes a largo plazo.
(Dodot)
A lo que  yo añadiría:
Aunque ningún estudio a largo plazo ha demostrado la efectividad de los batidos de vainilla para curar el cáncer, tampoco existe ninguno que haya demostrado que este tipo de medidas cause efectos importantes [perjudiciales, se supone] a largo plazo.
(Mi razonamiento absurdo de la semana)
Las pruebas del delito
En fin, que a los curiosos les dejo aquí el texto en pantallazos para no obsequiarles con visitas a su web debido a nuestra indignación. Pulsa sobre las imágenes para ampliarlas.





Violencia con método
Lo más contradictorio es que, leyendo y releyendo, al final parece que todos los argumentos son contra el famoso cachete, pero cae en la ambiguedad de no decir si las consecuencias que comentan son a causa del cachete o del resto de formas de castigo físico que proscribe.

La perlita final es la caña de España. Si pegas, que sea con método, ya que nada es más contradictorio para un niño que desarrollar una conducta esperando ser pegado y que no le llueva el deseado cachete:
Cualquiera que sea tu decisión con respecto a pegar, asegúrate de que todos los miembros de la familia y la niñera estén de acuerdo en la forma en que aplicarán la disciplina. Las contradicciones perjudicarán los planes mejor elaborados. Ten por seguro que los niños que perciben que hay diferencias de opinión van a causar una pelea entre sus padres o recurrirán a la abuela para que los proteja. Un niño que no conoce límites, que no está seguro de las consecuencias de sus actos o que cree que la disciplina es negociable, es un niño ansioso e infeliz. Juntaos y discutid este tema. Un plan de disciplina elaborado en conjunto es conveniente para todos.
Por no hablar, por supuesto, de la concepción de los niños que "causan peleas" entre los padres percibiendo las diferencias de criterio (resulta que los niños van a saber más de diplomacia que los embajadores de Oriente Medio) y que, además, es "un niño ansioso e infeliz". Ya sabéis papás y mamás, juntaos, discutid y decidid la mejor forma de pegar a vuestros hijos.

Y, por cierto, no olvidéis que está información está avalada por el Instituto Universitario Dexeus, que seguro que revisa palabra por palabra las grandes perlas de sabiduría que publica Dodot en su web (no se vayan a creer que los de ese prestigioso instituto sólo ponen el cazo a cambio de dejarles utilizar su logo).

Legislación española
En fin, las reclamaciones a la doctora Suzanne Dixon, la autora del artículo, aunque no creo que las peroratas en español en su buzón de correo vayan a molestar mucho a esta "eminencia" americana. También le podéis contar a Dodot lo que opináis de sus consejos en su buzón de correo contactar_dodot@dodot.com.

Si os apetece, en vuestro mail les podéis recordar que, según el artículo 154 del Código Civil español:
La patria potestad se ejercerá siempre en beneficio de los hijos, de acuerdo con su personalidad, y con respeto a su integridad física y psicológica.
Esto es así desde 2007, fecha en la que se derogó el anterior texto que permitía a los padres, ambiguamente, "corregir razonable y moderadamente a los hijos". De este modo, se adaptaba a la legislación española el artículo 19 de la Convención sobre los Derechos del Niño, que establece que:
Los Estados Partes adoptarán todas las medidas legislativas, administrativas, sociales y educativas apropiadas para proteger al niño contra toda forma de perjuicio o abuso físico o mental, descuido o trato negligente, malos tratos o explotación, incluido el abuso sexual, mientras el niño se encuentre bajo la custodia de los padres, de un representante legal o de cualquier otra persona que lo tenga a su cargo.

miércoles, 15 de diciembre de 2010

La letra escarlata

Hoy mi hijo ha salido marcado del colegio. No, no ha sido un mordisco, un arañazo o un moratón como se podría deducir de la expresión. Ha salido con una cara triste dibujada en la mano, con las palabras "No se" encima y "pega" debajo... Todo ello en mayúsculas, que su profe ya explicó en la última reunión que de momento "sólo" estaban aprendiendo las mayúsculas en clase.

Darío me lo ha enseñado mientras estaba en el "reparto", cuando salen todos de la clase (los que no se quedan a comedor), se ponen junto a la pared, y la profe los va entregando a sus papás o cuidadores. Yo le he preguntado si había pegado, que él ya sabía que no se pegaba, y me ha dicho que no, aunque con todo el jaleo que se monta a la salida del cole, el tráfico y demás, pues no hemos podido hablar hasta que hemos llegado a casa.

Los hechos
Me ha comentado que un compañero de clase tenía una moto que era suya (me imagino que mi hijo había estado jugando con ella anteriormente) y que le había dado un tirón del jersey y el otro nene había gritado. Aunque, luego, cuando ha llegado su padre, ha recordado que habia mordido también a otra compañera. La verdad es que me he quedado un poco a cuadros al enterarme de la situación al completo. Lo primero porque la situación, habiendo sido tensa y habiendo llegado a la agresión, no es como para ponerle ya el cartel de "maltratador", "pegón" o "agresor".

Lo segundo por la reacción de la profesora. No solo le ha marcado con una letra escarlata a lo infantil, sino que, además, le ha llevado a la clase de al lado y, para más inri, le ha tachado la carita sonriente que le debía de haber pintado por hacer algo bien. Vamos, que ya les empiezan a inculcar un sistema en el que si haces algo mal todo lo bueno que hubieras hecho antes queda por completo invalidado.

También me ha parecido un poco excesivo el tema de refuerzo negativo: te quito el premio, te pongo una marca castigo y, además, te hecho de clase, cuando yo considero que hubiera sido más apropiado otro tipo de acción. Yo creo que lo más adecuado hubiera sido que la profesora le hubiera explicado que además de no pegar (o morder) tampoco hay que usar la fuerza (tirones, empujones) con los demás y que es mejor negociar para conseguir algo que intentar obtenerlo por la fuerza. Le hubiera enseñado que su amigo y su amiga estaban dolidos físicamente ("ves que le has hecho pupa y está llorando") y, además, tristes y apenados por el modo en que les había tratado y hubiera intentado llegar a un compromiso con él.

Alternativas
Y no se trata de asilvestrar a mis hijos o no ponerles ningún límite como he leído en el post de La mamá vaca (genial intervención, por cierto, de PapadeAlex en los comentarios; yo, de mayor, quiero ser como él) sino de aplicar la misma estrategia que utilizo en casa cuando pasa... Y pasar, pasa... Y además muy a menudo porque con sus tres años Darío se enfrenta a una hermanita de 13 meses que le coge sus cosas, se las lleva, se las cambia de sitio, se las chupa y se las muerde, se las rompe, etc...

Tanto mi marido como yo usamos una aproximación a lo Faber y Mazlish (a veces, porque otras nos sale darle un grito, reconozcamoslo), reconociendo que está enfadado y tiene derecho a estarlo porque su hermana le ha quitado algo, pero que la mejor manera de recuperarlo no es pegarla sino ofrecerle otro juguete, pedirle el que le ha quitado o esperar a que se canse de él y lo suelte.

Hay y ha habido que repetirlo mucho. Pero la buena noticia es que funciona y que cada vez menos le sale el grito airado y la mano voladora y cada vez son más las veces que le oímos decir "Toma Diana, juega con este muñeco".

Poner etiquetas
Está claro que no se puede pasar por alto una agresión, ya sea mi hijo la víctima o el agresor. Pero considero que tampoco es cuestión de ir poniendo etiquetas en los niños, tachándolos de "malos" sin darles explicaciones y sin ofrecerles alternativas para solucionar los problemas ya que, en una situación similar, no creo que el niño se pare a pensar que mejor no va a pegar al compañero porque si lo hace le van a pintar una carita triste.

Yo, personalmente, creo que es más probable que se acuerde de que si pega o muerde a un compañero le va a hacer daño y se va a poner triste y no va a querer jugar con él por una temporada y que eso le haga reflexionar sobre otras manera más "apropiadas" de lograr lo que quiere o de lidiar con la emoción que desencadena la actitud agresiva.

Está claro que en un entorno con 23 niños es complicado prestar una atención individualizada a cada niño, explicándoles el porqué de las cosas y las consecuencias de los propios actos y enseñándoles a ser responsables de sus propias actitudes y emociones... Pero de ahí a resolverlo todo con caritas sonrientes y caritas tristes, va un mundo.

Vale que el primer día que el nene salió con una pulsera de lazo de premio para consolarle por haberse tenido que quedar en el cole aunque él hubiera preferido irse a casa con mamá me hiciera gracia, vale que sonriera cuando mi hijo me explicaba que la carita sonriente de su mano era por haber sido el segundo en terminar el almuerzo (aunque yo no comparta que haya que comerse toda la comida todos los días ni tampoco que haya que hacerlo lo más rápido posible), pero de ahí a darle la vuelta a la tortilla y marcarlos con caras tristes por sus malas acciones... Me da la sensación de que hemos cambiado la manzana para el bueno de la clase y las orejas de burro de los tebeos de tiempos pretéritos por gomets de colores y símbolos/etiquetas de quita y pon... Eso sí, todo ello aderezado de buenrrollismo que no hace más que ocultar teorías psicológicas de lo más rancio.

En fin, que todo el suceso también me ha recordado a este fin de semana y la enriquecedora charla que tuvimos con Elena en Cucú-Tras (Alcorcón), sobre las agresiones infantiles, como entenderlas, gestionarlas y ayudar a nuestros hijos a canalizar su agresividad (o los sentimientos que le llevan a ella) sin recurrir a la violencia o bien, en el caso de los agredidos, a demostrar el rechazo a la agresión... Con lo fácil que hubiera sido recurrir a la técnica de la cara triste y el no se pega :-(

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