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domingo, 24 de octubre de 2010

Seguirles el juego

Es hora de entonar el mea culpa. Sí, yo fui de las primeras en indignarme con el artículo de El Mundo. Sí, yo arengué desde estas páginas contra lo que creía que eran inexactitudes y una mala actitud periodística. Sí, yo caí en la trampa.

Y es que se dejaba entrever en sus páginas que lo que querían era polémica. ¿Por qué si no esa portada? ¿Por qué si no esa disyuntiva tan radical (Madre o vaca)? ¿Por qué si no servir de altavoz a las opiniones de ignorantes que creen que los niños de África están malnutridos debido a la lactancia materna?

Lo que querían era polémica y nosotros se la hemos servido en bandeja. Hemos reaccionado airados, hemos explicado nuestra postura, nos hemos indignado y apoyado juntos, hemos demostrado que otra visión (y otro mundo) es posible… ¿Y para qué ha servido?

Para que una semana más se reafirmen en la actitud de sacar frases de contexto, de elegir lo peor de cada casa… porque digo yo que en las corrientes feministas las habrá que tengan otra opinión de los que defienden la lactancia más allá de calificarlos como talibanes… ¡¡¡que la leche materna todavía no ha matado a nadie!!! Aunque la de fórmula sí lo haya hecho… Elegir lo peor de cada casa, sí, porque entresacar del facebook  y titular por una frase “habría que matarlos” es demasiado bajo incluso para El Mundo.

Por otro lado, me apena la gente que la toma contra los periodistas, midiéndonos a todos por el rasero marcado por estos señores.

Por eso, simplemente decir que, puede que suene muy inocente, pero:
  • Creo que otro periodismo es posible y muchas voces que no tienen cabida en periódicos de tirada nacional lo intentan demostrar cada día por otros medios.
  • Creo en el derecho de cada mujer a elegir libremente su camino hacia la felicidad. Las habrá que estén contentas en casa cuidando de su marido y de sus hijos, las habrá que se sientan realizadas con jornadas de oficina maratonianas y ascensos hacia las gerencias y presidencias de importantes empresas, las habrá que encuentren su razón de ser en reivindicar un mundo mejor y las habrá que vean su mundo completamente cambiado a través de la maternidad.
  • Creo en el derecho de todos los niños y niñas a ser alimentados con el mejor alimento posible: la leche de su madre.
  •  Creo que las madres tendrían que contemplar este derecho a la hora de tomar sus decisiones y no rechazarlos por razones insuficientes.
  • Creo que todas las madres deberían contar con información suficiente sobre la lactancia materna y la de fórmula para tomar una decisión al respecto.
  •  Creo que una vez tomada la decisión, debería ser respetada, tanto por aquellos que la comparten como por los que no.
  • Creo que ninguna mujer debería abandonar la lactancia materna por problemas fácilmente superables (grietas, muchas tomas, cansancio, etc.).
  •  Creo que el sistema sanitario en su conjunto debería ofrecer un apoyo a las madres que quieren lactar mucho más sólido que la mera defensa filosófica de la lactancia, sin recursos ni profesionales formados para atender los distintos problemas que se pueden presentar en el proceso.
  • Creo que las distintas autoridades e instituciones públicas deberían hacer más esfuerzos e inversiones para promocionar la lactancia materna, contrarrestando así el bombardeo publicitario de partes interesadas económicamente.
  • Creo que las autoridades deberían tener un mayor compromiso con el cumplimiento del Código Internacional para la Comercialización de Sucedáneos de la Leche Materna.

PD. La excusa de que la vaca es el principal exponente de los mamíferos para comparar a las madres con las vacas no me vale… Cuando pensamos en la leche de vaca nadie piensa en un ternero mamando, pero sí en una vaca siendo ordeñada (manualmente o por una máquina) o en un tetra-brik de leche.

domingo, 17 de octubre de 2010

Vaca NO, mamífera SÍ... Y, por supuesto, MADRE

Hace unos días daba una pequeña ponencia sobre la relación entre medios de comunicación y lactancia materna en el marco de la jornada con la que Multilacta y el Hospital del Henares (Coslada) celebraban la Semana Mundial de la Lactancia Materna.

Era un discurso optimista en el que asumía que los medios informativos ofrecían noticias contrastadas y veraces sobre la lactancia materna (aunque acompañadas con publicidad de alimentación artificial, biberones, chupetes y resto de industria asociada: esterilizadores, botecitos para leche…) y que el principal problema se encontraba en la falta de referentes culturales de lactancia materna en series, películas, dibujos, programas de debate, etc.

Subjetividad
Pues bien, hoy me encuentro en Internet con la referencia a un artículo del el Magazine (suplemento dominical) de El Mundo, titulado “La era de las madres vaca”. Y aparte de estar plagado de prejuicios, mitos e incorrecciones sobre la lactancia, pues me llama poderosamente la atención la falta de rigor periodístico que desprende este artículo desde su mismísimo titular.
   
Portada de Magazine, el suplemento dominical
que destribuye el periódico El Mundo.
Y es que adjetivar a una madre como vaca la reduce a un animal y su papel al de la mera alimentación por el simple hecho de ofrecer a su bebé la leche materna. 

Leche, que, no lo olvidemos, es gratuita, adaptada siempre a las necesidades del bebé, a la temperatura perfecta y que no requiere de ningún accesorio o instrumento externo para su administración. 

No se compra ni se vende, no se desperdicia, nunca sobra o falta, siempre hay la necesaria para el bebé y, además, le permite aprender a identificar si tiene sed o hambre, cuánto quiere comer, cuándo está satisfecho… 

Más allá de los consumismos desaforados y de las tablas de alimentación para bebés cuadriculados a los que hay que medir por el mismo rasero y debe hacer tomas milimétricas, siempre con la misma cantidad y presionados para terminarse el biberón.


Elecciones partidistas
En fin, que para este articulista (y para el resto de periodistas que filtran, editan y revisan los contenidos) la madre que alimenta a su hijo prescindiendo del biberón es una vaca y la lactancia no es materna sino natural (ya que el antetítulo reza “lactancia natural”). La elección del adjetivo tampoco es inocua, ya que la palabra lactancia materna tiene connotaciones positivas, mientras que lactancia “natural” ya puede relacionarse con los “locos” de los “natural” frente a lo tecnológico o cultural.

Ideas preconcebidas
Leyendo el artículo de principio a fin me quedo con la sensación de que la autora, Carmen Machado, ya tenía una idea preconcebida a la hora de escribir el artículo y ha ido recurriendo a las fuentes que ha ido encontrando para apoyar estas ideas… 

Vamos, que comienza con una experiencia negativa de lactancia materna y luego una positiva, pero con una mujer que trabaja en casa, dando ya de por sí la idea de que sólo se puede compaginar la lactancia materna con el trabajo si trabajas en casa… Y luego, claro, la pregunta a la entrevistada para que responda lo que tú quieres que diga: “Pero si hubiera trabajado fuera, me habría resultado imposible darle de mamar durante tanto tiempo”…

Pero, vamos a ver, señoras, que esto no es todo o nada. Que cuando la mamá se incorpora al trabajo se puede dar alimentación complementaria, recurrir a la lactancia mixta (bibe cuando mamá no está y teta cuando está) o sacar leche para luego dársela. En el mejor de los casos, esto durará cuatro o cinco meses ya que en cuanto el bebé empiece a comer de todo tendrá de sobra con las tomas de leche que haga estando su madre en casa… Vamos, que me parece todo un insulto a las madres trabajadoras que han dado el pecho –y lo siguen haciendo- a sus hijos durante años.

 

Tendencioso
Desde luego, cualquiera que conozca un poco las fuentes manejadas por Carmen Machado sabe de qué pie cojea y es que, por ejemplo, al mencionar a Carlos Gonzáles ha cogido referencias de sus libros o artículos, pero no le ha preguntado a él directamente…

Cuando un periodista cita un libro o artículo, debe reseñar la fuente, ya que si no parece que la autora se ha molestado y todo en hablar o contactar personalmente con Carlos González. Aunque, claro, tampoco lo ha hecho con Badinter o Rosin… Simplemente se ha limitado a apropiarse de sus argumentos y, eso sí hemos de reconocérselo, ha contactado con dos madres que han dado el pecho… Aunque las experiencias son tan radicalmente diferentes que también entra la duda de si ha habido sesgo o no en la elección… Y es que parece ser que para Machado no hay medias tintas.

Luego están los apoyos gráficos, que inciden en el tema “Mama que da el pecho = vaca”, que son amarillistas y tendenciosos en sí mismos… Que, ahora que lo pienso, porque debe ser políticamente incorrecto sacar a una mujer gorda en un suplemento dominical, porque si no, lo único que les faltaba era haber puesto a una mujer gorda, pintada de vaca… y ya puestos, con los rulos y la cofia… que está claro que las mujeres que dan el pecho están anticuadas, son machistas, feas y gordas y viven en un mundo de servidumbre…

Historias para no dormir
Se habla sobre historias de terror de lactancia: grietas más grandes que el cañón del colorado o padres que duermen a pierna suelta mientras la madre se pasa la noche entera en vela y penando para darle el pecho a su hijo. Pero no se ahonda en las causas de estas historias de terror.

Es más fácil echarle la culpa a las presiones para amamantar que a la falta de información o de referentes culturales o a los padres que asumen que como la madre da el pecho ellos no tienen nada que hacer, porque parece que si elijes que vas a dar a tu hijo el pecho, debes asumir en el mismo pack cambiarle el pañal, vestirle, bañarle, cantarle, acunarle, dormirle, ordenar sus cosas… Y sin embargo, cuando das biberón, misteriosamente, todas esas labores se disuelven en un arcoíris de felicidad y maternidad de revista.

Pensamiento único
En el videojuego Los Sims,
ningún bebé es amamantado.
Me hace mucha gracia también el párrafo final. Una perlita más:
 
Las campañas pro lactancia son un fenómeno creciente, casi una corriente de pensamiento único”.
 
Ahí queda eso…. ¡¡¡Toma ya!!! Y lo dice la periodista. No lo dice en boca de nadie. Y no lo prueba… ¡¡¡Leñe!!! Que como lectora me siento estafada… Si era un editorial o un artículo de opinión, que lo hubieran etiquetado como tal. Me siento engañada cuando me lo ofrecen como información, que se supone veraz y contrastada. Y, al final, si mido el resto del medio con el mismo rasero que este artículo, el único que sale perdiendo es El Mundo.

En cuanto a la afirmación de la autora, simplemente decir que las campañas pro lactancia las emprenden grupos de madres que no tienen un duro… eso sí, con el apoyo de la OMS y UNICEF que dan mucho apoyo moral, pero no se gastan un duro en campañas de publicidad… Mientras que los fabricantes de leche de fórmula están a todas horas en televisión, radio, revistas y periódicos… y hasta en las consultas de los médicos y pediatras.

Grandes héroes de la industria alimentaria
Así pues, la lactancia materna se convierte en un pensamiento único en un mundo libre de Nestlés y Nutribenes… Ah, no espera, que según Machado, Nestlé es un héroe suizo que “comenzó la elaboración de un producto alimenticio para combatir la altísima mortalidad infantil”… Que sí, que no te digo yo que la leche de fórmula no haya salvado muchas vidas, pero este señor y sus herederos lo han hecho para llenarse los bolsillos, ya que si su único afán hubiera sido el bienestar de los niños otro gallo hubiera cantado.
 
No olvidemos que en 1886, la fecha a la que hace referencia el artículo como comienzo de las leches de fórmula, estamos en plena revolución industrial, éxodo hacia las ciudades y comienzo de la incorporación de la mujer al mercado laboral. En esa época, aunque no haya estadísticas, muchas madres no daban el pecho a sus hijos… ¿cómo? Porque recurrían a nodrizas o a lo que se llama “lactancia mercenaria”, a cambio de dinero.

Según José María Paricio Talayero, del Comité de Lactancia Materna. Asociación Española de Pediatría y Jefe de Servicio Pediatría, Hospital Marina Alta (Denia, Alicante), “en 1780 el 92% de los niños nacidos en Paris son amamantados por  una nodriza”. En Inglaterra, en 1700, el 50% de las madres no amamantaban a sus bebés.
  
En esas mismas fechas, la tasa de mortalidad infantil era de 109 en amamantados por sus madres, 170 en amamantados por nodriza a domicilio, 381 si nodriza los lleva a su casa y 500 al 910 si eran alimentados por una nodriza en la inclusa. Así las cosas, la solución no pasaba por fabricar un alimento artificial para estos niños, sino por fomentar que fueran las propias madres las que amamantaran a sus hijos.
    
Se crían igual de bien
Y, además, volviendo al argumento del “pensamiento único”, ¿dónde quedan las madres, suegras, amigas, vecinas que constantemente recuerdan a las madres que amamantan que les den un biberón, “porque con el bibe se crían igual de bien”?
 
Ahora otra perlita de la articulista, que esta vez no pone en boca de nadie: “Se sugiere, se asocia, se indica… Pero ¿se puede afirmar categóricamente que los niños criados con biberón tendrán un peor desarrollo físico, cognitivo o afectivo que los criados al pecho? Hasta ahora, no hay pruebas concluyentes”.

Esto es mentira. Simple y llanamente. Hay estudios que demuestran que los bebés amamantados padecen menos obesidad o dermatitis atópica, por ejemplo. Es evidencia científica de tipo 1, es decir, incontestable,… Y esta evidencia está en la base de las políticas de fomento de la lactancia materna, por ejemplo, a través de la iniciativa IHAN.

Sin desperdicio
El cuadro de ventajas e inconvenientes de la lactancia materna no tiene desperdicio. No voy a entrar en el análisis porque necesitaría un post entero para analizarlo (aunque no lo descarto para el futuro)…
  
Tampoco tienen desperdicio los ganchos en la portada para llamar la atención de los lectores: “La organización mundial de la salud quiere que las mujeres amamanten durante dos años”… ¿¿¿ein??? La OMS recomienda, no obliga ni quiere. La OMS dice lo que es lo mejor para la madre y para el bebé basado en evidencias científicas… Luego cada persona hace lo que quiere. Vamos que la OMS también dice que fumar es malo y no por eso la gente que fuma se ve obligada a dejar de fumar. Cada uno hacemos nuestras propias decisiones y tenemos que vivir con ellas.
 
Y con ello mi reflexión final… Si una madre se ve obligada a amamantar es que algo falla. Se puede informar a una madre de que la lactancia materna es lo más beneficioso para el organismo de la madre y el del bebé, que dar el pecho no tiene que doler, que si hay grietas es que algo va mal y se puede solucionar, que la lactancia materna es compatible con el trabajo… Y si después de todo eso, decide dar el biberón por las causas que sea, habrá que respetarlo y dejar a esa madre estar y ser feliz con su hijo, ya le de teta o biberón.
   
Si una madre que desea amamantar se enfrenta con problemas (grietas, mastitis, etc.) y los profesionales médicos son un muro en el que se estrella sin encontrar apoyo y soluciones, que solo le dicen que la lactancia materna es lo mejor para su bebé sin pararse a entender la causa de sus malestares y desvelos, sin ofrecerle ni tan siquiera empatía y comprensión, es normal que vea la lactancia como una esclavitud y no como una experiencia positiva y maravillosa.
  
Son todavía muchos los prejuicios que hay que borrar para poder lograr que todas las madres que quieran puedan ofrecer a sus hijos lactancias felices y satisfactorias… y artículos y argumentos como estos solo ponen piedras en el camino y siembran de dudas los embarazos de muchas madres, que pueden desechar la lactancia por miedo al fracaso.

Facebook: Me indigna que El Mundo haga este ataque a la Lactancia Materna

Carta a El Mundo y recogida de firmas

Alud imparable
El susodicho artículo ha generado una reacción en cadena imparable. Aquí os dejo otras referencias blogueras de la red maternal. Si me dejo a alguien, no dejéis de mandarme un tirón de orejas virtual... y un enlace.

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