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jueves, 4 de octubre de 2012

Portear una tradición

Vaya mes de celebraciones que llevamos. Empezó octubre con la Semana Mundial de la Lactancia Materna y ahora también llega una celebración muy importante para la maternidad y, sobre todo, para el bienestar de nuestros pequeños: la Semana Internacional de la Crianza en Brazos 2012 (SICB 2012), que este año se celebra con el lema “Portear una tradición”.

Y es que desde la asociación internacional que promueve esta semana de celebración se quiere demostrar que el porteo no es una moda ni mucho menos, sino la manera que han tenido las mujeres (y hombres) a lo largo de la historia para poder compatibilizar el cuidado de sus hijos con el resto de sus quehaceres, ya fuera atender al resto de sus pequeños o a la casa o trabajar tan duro como fuera necesario..

En Oh! la luna, Monitos y Risas y Una Maternidad Diferente nos queremos unir también a esta celebración, no solo como familias porteadoras que han disfrutado (y siguen haciéndolo) una y mil veces de las delicias de llevar a sus hijos cerquita, sino porque también nos gusta muchísimo ver como muchas mamás y papás se acercan a nuestro espacio y descubren con placer como un buen portabebé les proporciona una experiencia muy placentera a la vez que les ayuda en su vida diaria.

Por eso, hemos preparado un intenso calendario de actividades que se suman a nuestras tradicionales charlas de iniciación al porteo (Portear Bien) o nuestros talleres y asesorías personalizadas de porteo.

Charla gratuita portear bien
Lunes, 8 de octubre, de 11:00 a 13:00
https://www.facebook.com/events/424267990955026/
Veremos por qué y cómo portear bien, la postura fisiológica, las características de los buenos portabebés y cómo diferenciarlos de los “malos” y los diferentes sistemas de porteo respetuoso.
Es necesario confirmar asistencia en info@ohlaluna.com
Es posible seguir la charla online uniéndose al "hangout" de Google+ que encontrarás en nuestro calendario de Google Calendar:

Taller de costura: Cose tu propio podaegui
Martes, 9 de octubre, de 17:00 a 20:00
https://www.facebook.com/events/348157781925287/
Os invitamos a confeccionaros vuestro propio Podaegui, un portabebé tradicional y muy sencillo de usar. Abulta poco y nos permite portear delante, detrás y a la cadera. Además, se adapta a cualquier tamaño de bebé (y de portador).
La inversión es de 30€, incluyendo los materiales con los que confeccionarás el podaegui que te llevarás a casa.
Es necesario confirmar asistencia, en info@ohlaluna.com mediante el abono del taller, antes del día 8 de octubre.

Charla “Un fular para reunirlos a todos”
Miércoles, 10 de octubre de 17:00 a 18:30
https://www.facebook.com/events/534274013254392/
Los fulares no sólo sirven para llevar bebés, aunque es su principal uso. Tanto las madres y padres como los profesionales del sector encontrarán que los fulares son grandes aliados en muchos aspectos de la maternidad.
En esta charla repasaremos los posibles usos de un fular desde la concepción del bebé, tanto por las familias como por los profesionales, hasta mucho más allá de que el niño se desplace autónomamente.
Está dirigida a familias que esperan un bebé, a aquellas que quieren sacarle todo el partido a su portabebé, a profesionales de la maternidad, y a todos aquellos que tengan interés en seguir aumentando su conocimiento sobre el porteo.
La charla tiene un coste de 3€ en su modo presencial en Oh! la luna, aunque se puede seguir de modo gratuito mediante internet (para ello, el día en cuestión hay que apuntarse al "hangout" del evento de Google Calendar)
Es imprescindible reservar plaza en Oh! la luna, info@ohlaluna.com

Taller “Portea como puedas”
Miércoles, 10 de octubre de 18:30 a 20:00
https://www.facebook.com/events/322472921185149/
Los fulares sirven para muchas cosas, sobre todo portear. Pero se pueden portear con muchas cosas: fulares de playa, toallas, camisetas, pantalones...
Vente a pasar un buen rato en nuestro taller más irreverente. Veremos cómo conseguir una buena postura con muchas cosas que se encuentran con facilidad en una casa: no volverás a tener una emergencia cangura XD
El importe del taller es de 10 €
Es imprescindible confirmar asistencia en info@ohlaluna.com

Charla gratuita “Portear una tradición”
Jueves, 11 de octubre de 17:00 a 19:00
https://www.facebook.com/events/499207843423217/
Nos apropiamos del lema de la Semana internacional de la crianza en brazos de este año, Carrying on Traditions", para darle nombre a una charla que pretende dar un paseo por los portabebés tradicionales.
Un paseo visual por los diferentes continentes, culturas y sus portabebés, así como las costumbres y tradiciones que acompañan al porteo y al cuidado de los bebés.
Con el apoyo, en la recopilación y estructuración de la información, de Gemma de Porteo Natural y Merce de Mi Saquito Mágico. ¡Muchas gracias, comadres!
Es imprescindible confirmar asistencia en info@ohlaluna.com
Es posible seguir la charla online uniéndose al "hangout" de Google+ que encontrarás en nuestro calendario de Google Calendar.

Porteolimpiadas

  • Prueba de fuerza: todos sabemos que los fulares no tienen límite de peso pero... ¿lo hemos comprobado alguna vez? Esta es vuestra oportunidad. Podéis competir con cualquier tipo de portabebé-s, aunque os recomendamos no sobrepasar el límite de peso para el que estén homologados. Podéis portear delante, detrás o a la cadera, con un único portabebé o varios, del mismo tipo o diferentes... a vuestra elección.
    Se valorará no sólo el peso cargado, sino que se haga correctamente, respetando la postura fisiológica del bebé-niño-s y las normas de seguridad.
    Y para inspiraros, una muestra:
    http://www.youtube.com/watch?v=R6FjX1y9C60
  • Prueba de destreza: Consiste en hacer un anudado canguro, delante y anudado bajo el culo del bebé-niño. En un tiempo máximo de 8 minutos. Se valorará tanto la ejecución como el resultado final.
  • Prueba de velocidad: Consiste en hacer una doble hamaca a la espalda, cruzado bajo el culo del bebé-niño y anudado delante. Se valorará tanto la velocidad como que el resultado final sea correcto (postura fisiológica del bebé, no desencapsulado, bien ajustado)
Edición online:
https://www.facebook.com/events/521372657888223/

La inscripción en la convocatoria online es de 3€, 7€ si os apuntáis a todas las pruebas. Para participar en la convocatoria online, podéis mandarnos vuestros vídeos desde ahora mismo hasta el día 11 de octubre (podéis subirlos a cualquier plataforma web y enviar el enlace). Nos tenéis que enviar además la autorización correspondiente para usar el vídeo y el justificante del pago.

A lo largo del día 12 nuestro jurado evaluará los vídeos y otorgará los premios:
  • Oro en fuerza: Un tonga y una bandolera portajuguete (para niños).
  • Oro en destreza: Un set de complementos de Yocosocositas (con su colaboración) y una bandolera portajuguete (para niños).
  • Oro en velocidad: Un set de productos Weleda, y una bandolera portajuguete (para niños).
  • Plata en cualquier disciplina: descuento del 20% en nuestras tiendas online (en una única compra).
  • Bronce en cualquier disciplina: descuento del 10% en nuestras tiendas online (en una única compra).
El jurado está compuesto por Gemma Guillamón, de Porteo Natural, Nohemí Hervada, de Mimos y Teta, y el equipo de Oh! la luna.


Edición presencial: https://www.facebook.com/events/297509977031972/
La inscripción en la convocatoria presencial es de 5 € por prueba, 12 € si os apuntáis a todas las pruebas. Para participar en la convocatoria online, debéis enviarnos un mail con vuestros datos, detalle de a qué pruebas os apuntáis y el justificante del pago.

A lo largo del día 13 se desarrollarán las pruebas (comenzando de a las 10:30 de la mañana, el horario se definirá conforme os vayáis apuntando). Nuestro jurado evaluará las participaciones y otorgará los premios:
  • Oro en fuerza: Una mochila portabebé Emeibaby.
  • Oro en destreza: Una bandolera confeccionada (a vuestro gusto) a partir de un fular Didymos E.L. Lilie Tussah Anthrazit (60% algodón orgánico, 40% seda tussah).
  • Oro en velocidad: Fular elástico Cuddy Wrap (gracias a Instinto Maternal)
  • Plata en cualquier disciplina: Bono de 30 € en actividades en Oh! la luna
  • Bronce en cualquier disciplina: Bono de 15 € en actividades en Oh! la luna
El jurado está compuesto por Charo Botín, reconocida cangura y colaboradora de Oh! la luna, y el equipo de Oh! la luna.

miércoles, 16 de noviembre de 2011

Un sueño hecho realidad

Creo que ya he dicho miles de veces que la maternidad volvió mi mundo patas arriba. Uno de los sueños que he acariciado miles de veces durante estos cuatro años ha sido poder dedicarme de lleno a trabajar con otras mamás, contribuyendo a allanarles o a hacerles más llevadero el camino que yo había recorrido de la mano de mis hijos.

Ese deseo me llevó a hacerme asesora de lactancia, a través de Multilacta, formándome como tal y organizando un grupo de madres en mi localidad para dar apoyo y soporte a las mujeres en su deseo de amamantar. Pero mi cuerpo pedía algo más. Mi mundo había empezado a cambiar de la mano de la lactancia, pero tenía claro que mi camino había estado jalonado de otros aprendizajes, de otros encuentros… Necesitaba ir más allá.

A principios de este año comenzaba mi proyecto más ambicioso: abrir una tienda online de pañales de tela en la que dar una aplicación práctica a toda la experiencia y experimentación que había acumulado a lo largo de los últimos dos años de aventura pañalera. Y el verano trajo encuentros propicios y finalmente la culminación de todo el camino recorrido hasta ese momento: abrir un espacio propio para darle una presentación más visual y cercana a los productos y combinarlos con una amplia oferta de servicios, encuentros y talleres. Es decir, poner los cimientos y levantar un centro de servicios a la maternidad, a la crianza con apego, un punto de encuentro para madres y familias, un lugar donde poner nuestras respectivas vocaciones al servicio de la comunidad.

Quiénes somos
Oh! la luna nace de la unión entre dos mujeres que nos definimos como madres, emprendedoras, blogueras y comprometidas, Eloísa y Elena. Pero Oh! la luna es también la unión de los proyectos que hemos creado: De Monitos y Risas y Una Maternidad diferente / Culitos de tela.

Qué hacemos
En Oh! la luna hemos juntado nuestra experiencia previa para ofrecer una completa gama de productos:
  • Portabebés.
  • Pañales de tela.
  • Cosmética ecológica.
  • Ropa y Accesorios
  • Libros, juguetes, etc.
  • Regalos

Pero, además, pondremos a disposición de las familias una amplia gama de servicios:
  • Grupos de lactancia y de crianza
  • Talleres de portabebés, pañales de tela...
  • Jornadas de preparación a la maternidad, lactancia, alimentación complementaria...
  • Cursos de masaje infantil, inteligencia emocional, reflexología podal infantil...
  • Actividades: juego en familia, yoga, cuentacuentos...
  • Eventos: cumpleaños, presentaciones, reuniones, etc.

Ideario
Estamos convencidas de que el cuerpo femenino está perfectamente preparado para gestar, parir y nutrir a los bebés humanos. El proceso de la maternidad aporta una visión diferente, cambia esquemas, tambalea sistemas de creencias y nos devuelve una perspectiva completamente nueva sobre muchos aspectos de la vida.

Creemos que la llegada de un bebé a la familia supone una alegría inmensa, que no tiene que llevar aparejado un gran desembolso de dinero. Lo único que necesita un bebé para ser feliz es colmar sus necesidades de contacto y afecto maternal, paternal y familiar.

Confiamos en que un nuevo miembro en la familia siempre invita a reflexionar, y la llegada del bebé puede contribuir a convencernos para cambiar nuestros hábitos de vida por otros más saludables y menos dañinos que contribuyan a legar “un mundo mejor” a nuestros hijos.

Sabemos que las madres de hoy en día necesitan lugares en los que mantener contacto con otras mujeres, sentirse comprendidas y aprender de la experiencia y sabiduría de las demás. Hacer tribu se convierte en una necesidad imprescindible durante la maternidad.

Entendemos que hay tantas maneras de criar como personas, cada familia es única y sus miembros merecen una atención exquisita y esmerada para resolver sus dudas, satisfacer sus necesidades o simplemente ofrecer un poco de afecto y comprensión.

La maternidad y la llegada del nuevo miembro es un momento frágil y delicado para todos los implicados, sobre todo el bebé. Apoyo, aliento, empatía y comprensión son los pilares en los que se debería apoyar el nuevo equilibrio familiar.

Nuestro decálogo
  1. Cada cliente es único, por lo que nuestro compromiso es ofrecer siempre una solución adaptada a sus necesidades únicas e irrepetibles.
  2. Todas las necesidades son igual de válidas e importantes. No juzgamos, sino que escuchamos.
  3. Nuestro mayor activo es nuestra experiencia. No dudes en preguntar, preguntar y preguntar.
  4. La cooperación es la clave del éxito. En todos los ámbitos de la vida; también en los negocios.
  5. Cada día está lleno de oportunidades. Siempre tenemos los cinco sentidos puestos en aprender cosas nuevas.
  6. Nos gusta sorprender. Mantén la mente abierta y déjate seducir por todas las opciones y alternativas que pondremos a tu alcance.
  7. Un cliente sonriente es un cliente satisfecho. Queremos ayudarte a sonreír y a disfrutar cada momento como si fuera único.
  8. Un consumo y un comercio ético y responsable son la mejor manera de crear valor para todos.
  9. Tu tiempo es tan valioso como el nuestro.
  10. Y, por supuesto, el cliente siempre tiene la razón.

Pulsa sobre la imagen para ampliarla.
¿Dónde estamos?
C/ Betanzos 4 (posterior)
Entrada por Plaza Júpiter
28925 - Alcorcón
Madrid

Renfe (cercanías): San José de Valderas (C5)
Metro: Joaquín Vilumbrales (L10)
Autobuses interurbanos: 510, 511, 513, 514, 520, 560

www.ohlaluna.com
info@ohlaluna.com

viernes, 21 de octubre de 2011

La maternidad instrumental

Un nuevo bebé llegará a la familia en breve. Mi hermano y mi cuñada saben el sexo: niño. Y el hecho de conocer ya este dato parece que da el pistoletazo de salida para comenzar a pensar en los regalitos de bienvenida para el bebé.

Un aspecto que debería ser divertido y festivo, no deja de preocuparme, porque creo que ahora sería incapaz de regalar algunos de los cacharros que se consideran obligatorios para bebés y que llenan páginas y páginas en las guías de compras que publican anualmente las principales cabeceras de puericultura del país.

Vamos a ver:
- Minicuna: no la veo necesaria, estando la cama materna a mano.
- Cuna: sí, pero que se pueda acoplar en sidecar ;-)
- Sillón o mecedora para amamantar: uyyy, qué pereza, con la a gustito que se da de mamar en la cama o en el sofá.
- Cojín de lactancia: a veces da más problemas de los que resuelve, así que yo siempre digo que primero es mejor probar con una almohada o cojín y luego decidir si queremos comprarlo.
- Biberones y demás parafernalia: no vamos a rendirnos con la lactancia antes de empezar, ¿no?
- Sacaleches: completamente innecesario para una lactancia normal, a no ser que la madre quiera empezar a hacer reservas para cuando se incorpore al trabajo. Para extracciones ocasionales, es mucho más barata y eficaz la técnica manual.
- Carrito para el bebé: donde se ponga un portabebés que se quiten los carritos. Sobre todo para los primeros meses.
- Sillita para el coche: ¡¡¡Viva el reciclaje!!! Con la de niños que ya hay en la familia, seguro que pueden aprovechar alguna de alguno de los primitos.
- Cambiador: esto sí que lo veo útil, aunque muchas veces la situación se apaña perfectamente con una colchoneta sobre la cómoda del bebé. De todas maneras, tengo uno de mis retoños guardado y en perfecto estado. Mejor que aprovechen ese.
- Bañera: venga, va, ya se me empiezan a ocurrir ideas productivas. Mejor una de tamaño algo más grande que el convencional, que se podrá aprovechar durante más tiempo. Nuestros peques la siguen usando y así no tenemos que gastar tanta agua llenando la bañera grande.
- Intercomunicadores: si el bebé donde tiene que estar es siempre pegadito a mamá, no les veo demasiada utilidad. Los míos siguen en el trastero.
- Trona: ¡¡¡Viva el reciclaje de nuevo!!! Cuando guardé la trona de mis peques le di un lavado en profundidad y está como nueva… A su completa disposición.
- Canastilla para el bebé: si viene sin colonia (con lo bien que huelen los bebitos) y con productos respetuosos con la piel del bebé, ningún problema. Nunca recalcaré suficientemente la importancia de una buenas tijeras para cortar las uñas (soy muy maniática). Por favor, sin chupetes.
- Tarta de pañales: si son de tela o ecológicos, mejor que mejor ;-)
- Ropita: lo mejor es una combinación de reciclaje (ropa de los primos) y de prendas nuevas para el nuevo bebé.

En fin, que este repaso me sirve para sacar algunas ideas interesantes de lo que le podría regalar sin problemas. Lo que me pasa también es que me sirve para reflexionar sobre la gran cantidad de cosas que se supone que debemos tener cuando una familia de dos se convierte en una de tres. Nos venden gran cantidad de instrumentos y cacharros como completamente imprescindibles, cuando en realidad lo único que necesita un bebé es contacto directo con mamá para nutrirse, mantenerse calentito y tener todas sus necesidades cubiertas.

Frente a esta crianza “instrumental” que nos venden en las películas, las series de televisión y las revistas, yo estoy convencida de las bondades de la crianza “corporal”, tanto para el desarrollo de los bebés, como para nuestros bolsillos y para el medio ambiente. Una crianza “corporal”, por otro lado, también fomenta el empoderamiento de la madre, que siente el subidón de oxitocina que provoca el hecho de sentirse capaz de nutrir, cuidar y alimentar a su retoño por sí misma. La proliferación de cacharros, en cambio, tiende a hacer que la madre desconfíe de su criterio, de sus instintos, y se fíe más de consejos lejanos, de aparatos, confiando la crianza de su bebé a “electrodomésticos de puericultura”.

Aparte de dejarnos la cuenta corriente temblando, otro efecto perverso de esta “maternidad instrumental” es interferir en el mecanismo hormonal del vínculo entre la madre y el bebé… Y es que la separación es el mayor obstáculo a una correcta relación de apego entre la madre y el bebé: la madre se separa, el niño la reclama y una madre cada vez más desconectada de las necesidades de su bebé siente que su hijo “le está tomando el pelo”.

Y es que, de este modo, la maternidad “instrumental” tiende a perpetuarse a si misma. Una madre que no entiende por qué llora su bebé y no se siente capacitada para atender a sus crecientes demandas tiende a buscar más cacharros (interpretadores del llanto), cachivaches (móviles, proyectores y música para la cuna) y nefastos libros de autoayuda (como Estivill). No solo eso, sino que cuando esa madre sea abuela, tenderá a imponer su modelo de crianza “instrumental” y los prejuicios que conlleva (no lo cojas, deja que llore, te toma el pelo, tiene que aprender a dormir, etc).

Frente a ello, la maternidad "corporal" no solo pone al bebé en su habitat natural, sino que optimiza la conexión entre madre y bebé. La mujer siente empatía y se adelanta a las necesidades de su bebé y el pequeño se siente seguro, amado, nutrido y feliz en los brazos de su madre. Obviamente, este modelo de crianza no se anuncia en grandes revistas ni en televisión, ya que "no vende nada" y solo capacita a la madre para usar las herramientas que vienen "de serie" con la maternidad: sus brazos, su regazo, sus pechos, su instinto, sus manos amorosas, su voz suave, sus canciones, sus caricias, sus besos, su tiempo... Son cosas que no se pueden comprar ni en una tienda de puericultura ni en el supermercado, pero las mamás las tenemos a raudales.

lunes, 19 de septiembre de 2011

Carritos y escaleras mecánicas

Madres y/o padres haciendo equilibrismos en una escalera mecánica con un carrito. Es una situación con la que cada día me encuentro más frecuentemente... aunque, ¿quién sabe? quizá es que esté más sensibilizada con el tema y me fije más a menudo. En cualquier caso, lo cierto es que hoy en día cada vez hay más escaleras mecánicas (transporte público, centros comerciales, tiendas, museos, etc.) y cada vez son más las familias que siguen manteniendo su ritmo de vida con la llegada de un bebé.

La cuestión es que yo creo que carritos de bebés y escaleras mecánicas son incompatibles. A nadie se le ocurriría intentar subir o bajar a una persona en silla de ruedas por una escalera mecánica, por peligroso, por incapacidad para controlar la velocidad de subida o bajada, el peso, etc... Y quizá porque la persona que se desplaza en silla de ruedas nos expresaría su deseo de no jugarse el tipo en uno de esos dispositivos por ahorrarse un par de minutos.

En cambio, con los carritos de bebés no se nos cruzan esas ideas por la cabeza. Total, el peque está más feliz que una perdiz haciendo gorgoritos mientras mira a mamá o durmiendo plácidamente. Su opinión ni es pedida ni podría expresarla. Cada día son más escaleras mecánicas las que incluyen un símbolo de "prohibido carritos" y no es por lavarse las manos, es porque es realmente peligroso. Y no lo digo por arengar, lo digo porque he experimentado en mis propias carnes alguna situación que sin llegar a convertirse en un accidente, me hizo replantearme el tema y optar siempre por el ascensor aunque tuviera que dar una vuelta tremenda o por una escalera convencional en la que yo puedo controlar la velocidad de subida o bajada, sujetar el carro a mi manera o pedir la ayuda de alguna persona...

Hoy lo he vuelto a ver un par de veces. Y al final con la reflexión con la que me he quedado es con lo que nos facilitan la vida los portabebés en este tipo de situaciones. Y es que, si su uso estuviera tan extendido como el de los carritos, sería cuestión simplemente de pensar "hoy dejo el carrito en casa y me llevo el fular que voy a un sitio lleno de desniveles y no quiero renunciar a utilizar las escaleras mecánicas".

No se trata de elegir entre carrito y portabebé, sino de usarlos de manera complementaria y luego elegir como "medio de transporte" principal para el bebé el que más se adapte a nuestros gustos y ritmo de vida... Máxime teniendo en cuenta que hoy en día se considera a las mamás que llevan a los bebés en su carrito como "personas de movilidad reducida", o así lo manifiestan las autoridades madrileñas en este artículo: Bebés a bordo.

Y es que hoy en día nos venden la maternidad como un proceso maravilloso en el que "no hay que renunciar a nada", pero luego casi nos dejamos convencer de que un carrito es la única manera de llevar a un bebé, sin contemplar otras posibilidades, aunque nos suponga renunciar a nuestra movilidad y convertirnos "temporalmente" en "persononas de movilidad reducida".

Todo esto simplemente para recordar a todos los conductores de carritos para bebés que, por favor, busquen métodos alternativos a las escaleras mecánicas para salvar desniveles en el transporte colectivo, centros comerciales y otros espacios públicos. Siempre hay una alternativa y si no quieres renunciar a las escaleras mecánicas (no es para menos, que mi hijo de cuatro años sigue diciendo de vez en cuando que son mágicas), plantéate alternativas al carrito.

jueves, 2 de junio de 2011

Boba Carrier: análisis y sorteo

Últimamente, siempre que hablo de porteo con otras mamás llego a la conclusión de que si portear con un solo hijo es un placer y una manera fundamental de mantener la conexión tan necesaria para el recién nacido, hacerlo cuando llega el segundo (o el tercero, o el cuarto, o el quinto…) es una necesidad, porque te permite satisfacer las necesidades de contacto con el bebé a la vez que mantienes la necesaria dedicación y atención al resto de la familia.

A lo largo de los 18 meses de Didi, hemos tenido oportunidad de probar todo tipo de portabebés: fulares elásticos y tejidos, bandoleras, mei-tais, pouchs y mochilas ergonómicas. De hecho, y dado que con el segundo hijo se aprovechan muchas cosas del anterior, la mayoría de regalos de familiares y amigos fueron invertidos en portabebés y pañales de tela.

Recientemente, Laura Roig, responsable de Kangura, me ofreció la oportunidad de probar una Boba Carrier y no la quise dejar pasar porque con los 13 kilazos que se gasta la enana, las mochilas ergonómicas ofrecen un sistema de porteo rápido de poner y ajustar y que, al repartir el peso entre caderas y hombros, aligera bastante la carga.

Ergonómica
El hecho de probar esta mochila ergonómica me ha abierto los ojos en muchos sentidos… Y es que en muchos foros y puntos de encuentro virtuales siempre se planea el debate en términos de dicotomía entre Manduca y Ergo y creo que la Boba ofrece alternativas interesantes que la convierten en una opción más a tener en cuenta a la hora de elegir.

En primer lugar, destacar que es una mochila de las denominadas “ergonómicas”, es decir, que el nene queda colocado en una postura óptima con todo el recorrido de su espalda abrazado por la mochila (de manera que la columna no queda torcida o tensa), con el peso del cuerpo sobre el culete (evitando así que recaiga sobre los genitales) y con las piernas flexionadas en una postura cómoda y a la vez idónea para el desarrollo de la articulación del fémur con la cadera (en lugar de con las piernas estiradas hacia abajo).

Pero la Boba es también una mochila ergonómica para el porteador, ya que al sostener el peso del bebé bien cerca del cuerpo, evita desplazar excesivamente el centro de gravedad, por lo que apenas cambia el equilibrio. Además, sus tirantes y cinturón acolchado permiten repartir el peso equilibradamente entre hombros y cadera, convirtiendo la labor de llevar a un bebé en una tarea fácil y sencilla.

Por último, destacar que la Boba, como otras mochilas ergonómicas, permite portear tanto delante como detrás, siendo, según mi experiencia, esta última opción la más adecuada con bebés ya grandecitos.



Análisis
La Boba llegó a nuestras vidas a mediados de marzo y ni que decir tiene que la vamos a echar de menos. Se ha convertido casi en la primera opción del cajón de portabebés a la hora de portear a Didi a la hora de llevar a su hermano al cole y recogerlo. También se ha convertido en la mochila preferida de papá, que se ha olvidado de la Ergo (la que tenemos en propiedad en casa) casi por completo durante este tiempo.

Nos ha cautivado, en primer lugar, la estética combinación de colores –gris y verde- que la hacen atractiva para el público femenino, pero también una opción discreta para los papás más “sobrios”. También su facilidad de uso, con un amplio cinturón para adaptarse a cualquier talla sin necesidad de comprar un extensor adicional, un acolchado muy agradable en los tirantes, y un panel central que combina ligereza y soporte para llevar a bebés grandes cómodamente sin el calor excesivo que proporcionaría un mayor acolchado o más tela.

También nos ha gustado la forma del panel, algo más ancho y largo que en otras mochilas ergonómicas, proporcionando así un mayor apoyo para la espalda en las ocasiones en las que hemos porteado al mayor (tres años y medio y 17 kilos de peso).

Otras características a tener en cuenta a la hora de valorar los pros y los contras de esta mochila son su capucha fácilmente desmontable (se sujeta con broches en la parte superior del panel) y los estribos que incorpora para los pies de los nenes, contribuyendo así a que la postura sea óptima y a dar mayor comodidad al porteador, al estabilizar las piernas del niñ@.

Otra perspectiva

La verdad es que nos ha encantado la oportunidad de probar la Boba, pero el hecho de haber probado otras mochilas (Ergo y Manduca) y otros portabebés nos da una perspectiva que no podemos obviar a la hora de completar este análisis. Mi marido y yo coincidimos en que no nos ha gustado demasiado el hecho de que al ser los dos porteadores talla XL, el broche para abrochar la capucha nos queda muy atrás y es prácticamente imposible (excepto para contorsionistas) poder abrochar la capucha en esa posición cuando llevar al niño a la espalda.

Creo que sería un problema fácilmente solucionable si hubiera al menos dos (y deseablemente tres) broches donde se pudiera ajustar la capucha, algunos más atrás y otros más adelante. Aunque también es cierto que yo he solucionado sobre la marcha este problema tirando de los cordones de la capucha y “pillándolos” por debajo del tirante de los hombros.

También señalar que la capucha se queda algo corta para los niños más mayores. Con Didi funcionó a la perfección, pero con Tete (el mayor), se quedaba algo corta… Normal, por otro lado, el nene va camino de cuatro años y del metro con diez centímetros de alto.

Los estribos están muy bien, pero el velcro tiende a engancharse en el ribete negro y afea un poco esta parte de la mochila con muy poco uso.


¡¡¡Sorteo!!!

Ni que decir tiene que hemos intentado compartir la experiencia de la Boba con todas las personas de nuestro entorno que han querido probarla, como Adri que se dio un paseíto entre olivares con su mamá la mar de a gusto… o algún otro papá que se ha estrenado en esto del porteo con un bebote gracias a esta mochila.

Y como queremos seguir compartiendo esta experiencia y seguir llenando esta fabulosa mochila ergonómica de buenas vibraciones, hemos decidido sortearla entre todos los lectores del blog.

Estas son las normas para participar.
  • Deja un comentario en esta entrada, dejando tu nombre y un e-mail de contacto.
  • Si no quieres dejar tu mail "en abierto" puedes mandarme un correo a unamaternidaddiferente [arroba] gmail [punto] com, indicando cuál es tu nombre y tu comentario y yo lo guardo en mis archivos por si resultas premiado.
  • Si te apetece, también puedes dejar en tu comentario detalles sobre si usas o no algún portabebé ergonómico y por qué te apetece probar la Boba Carrier.
  • Si, además, tienes un blog o cuenta de Facebook o correo electrónico, siéntete libre de compartir esta iniciativa con todos tus contactos.
Otras reglas
  • La participación en el sorteo estará abierta hasta el próximo 20 de junio.
  • El sorteo se realizará a finales del mes de junio a través de la web de Sortea2.
  • Los afortunados serán contactados por mail para concretar los detalles del envío.
  • Sólo se realizarán envíos dentro del territorio español.

lunes, 7 de marzo de 2011

El habitat natural del bebé

El hábitat natural del bebé es el cuerpo de su madre.
En ecología, un hábitat es el ambiente o espacio que se encuentra ocupado por una determinada población biológica, la cual, reside, se reproduce y perpetúa su existencia allí porque el mismo le ofrece todas las condiciones necesarias para hacerlo, es decir, se siente cómoda en el porque cumple con todas sus expectativas.

He barajado varías definiciones de hábitat, pero me ha gustado esta especialmente porque en ella además de usarse los conceptos tradicionales de lugar de residencia y desarrollo de la vida de un organismo, habla de comodidad y cumplir con las expectativas.

Teniendo en cuenta esta definición, ¿Cuál sería el hábitat natural del bebé? Cierto es que la especie humana y gracias al desarrollo de la inteligencia y de la cultura se ha adaptado a todo tipo de entornos. Pero en el bebé recién nacido no hay cultura, no hay aprendizaje y el cerebro no está plenamente desarrollado. Un bebé es puro instinto y, como tal, nace con unas expectativas que debe cubrir su hábitat natural.

El hábitat del bebé occidental

Y, entonces, me vuelvo a preguntar ¿Cuál sería el hábitat natural del bebé? No, no voy a responder todavía, sino que voy a analizar los variados lugares donde "colocamos" a los bebés hoy en día, esperando que estén contentos y felices:
  • Una cuna.
  • Una cuna junto a la cama de sus padres.
  • Una cuna en otra habitación.
  • Un moisés. 
  • Una minicuna.
  • Un carrito.
  • Un cuco.
  • Una hamaquita.
  • Una trona.
  • Una incubadora (que no deja de ser una cuna con mucha tecnología).
Además, cuando se espera un nacimiento en la familia, comienza la letanía de los regalos "¿Qué necesitas?", "¿Qué necesita el bebé?" y comienza el desfile de trastos de los que la gran mayoría, inevitablemente, terminarán por ahí aparcados con poco uso y prácticamente nuevos: intercomunicadores, calientabiberones, muñequitos y peluches por toneladas, etc.

Volviendo a nuestra pregunta inicial, ¿Qué necesita el bebé? ¿Cuál es el hábitat adecuado en el que se cumplen todas sus expectativas y en el que tiene todo lo que necesita para sentirse a gusto, seguro y feliz (calor, comida, amor)? Pues, ni más ni menos que el cuerpo de su madre.

La opinión del doctor Nils Bergman

Hace ya varios años que el doctor Nils Bergman, sudafricano especialista en documentar las ventajas del método madre canguro, pronunció por primera vez esta popular frase: "el hábitat natural del bebé es el cuerpo de su madre".

Hoy en día, acostumbrados a las cunas y los carritos y a los típicos consejos de algunas visitas postparto ("no lo cojas que se va a malcriar"), cada día es más raro ver a un bebé en brazos de su madre. Pero no debemos perder de vista que esta realidad era así hace apenas tres o cuatro generaciones.

Desde que el ser humano se desarrolló como cazador/recolector hasta principios del siglo XIX, lo normal era que cuando un bebé nacía se mantuviera constantemente en contacto con su madre, en brazos, en un portabebé y durmiendo en la cama familiar por las noches. La evolución necesita cientos de generaciones para que los organismos se adapten a pequeños cambios en el medio ambiente, pero en tan solo tres generaciones en el mundo industrializado hemos pasado de "la teta al biberón" y del hábitat natural del bebé (el cuerpo de su madre) a un hábitat extraño (una cuna).

Estos cambios puede que sean "demasiado" para los límites de adaptabilidad del bebé y pueden crear problemas tanto a corto como a largo plazo. De hecho, cuando cualquier cría mamífera (incluída la del ser humano) es arrancada de su hábitat natural, se desencadena una reacción idéntica y preprogramada que se ha denominado "repuesta de protesta/desesperación".

 

Repuesta de protesta/desesperación

La respuesta de protesta es una actividad intensa cuyo objetivo es permitir al bebé recuperar su hábitat. En el caso del bebé humano, la respuesta de protesta consiste en llorar. Si no logra volver a su hábitat, pasa a la respuesta de desesperación, que trata de maximizar las probabilidades de supervivencia ante la situación de privación: la temperatura del cuerpo baja y el ritmo cardiaco se reduce, debido a un aumento masivo de las hormonas del estrés.

Así pues, los bebés en el cuerpo de su madre crecen y se desarrollan con normalidad, pero fuera de su hábitat natural simplemente sobreviven.

Los trabajos del Dr. Bergman se refieren al método madre canguro, pero yo los haría extensibles al punto de vista de cualquier recién nacido, ya sea prematuro o no: "Si lo pudiéramos simplificar al máximo posible, lo que nos diría un recién nacido sería:
  • Cógeme.
  • Aliméntame.
  • Ámame".

 

La aportación de Winnicott

Bergman es el autor de la frase más llamativa, aunque no lo es menos la argumentacion que propone Donald Winnicott, pediatra, psiquiatra y psicoanalista inglés, que afirma que “un bebé no puede existir solo, sino que esencialmente es parte de un vínculo”.
“El bebé existe siempre con alguien más; una mamá que lo corporaliza, lo construye, lo invita amorosamente a vivir, la que cumple la “función materna”, que debe ser lo suficientemente buena para garantizar su salud física y psíquica”.

     

    La alternativa ecológica

    Pero, ¿en algún sitio tendré que llevar a mi bebé cuando vaya a la compra? Porque hoy en día resulta prácticamente imposible ir a ningún sitio sosteniendo un bebé en brazos. Es una objección cierta, pero hay alternativas fáciles y sencillas al hecho de separar al bebé de nosotros para llevarlo en un carrito.

    Un portabebé es la solución ideal, económica, ecológica y mucho más barata que uno de los tecnológicos carritos que parecen necesarios hoy en día para convertirse en una buena madre. Una bandolera de anillas o aprovechar una tela para mantener a nuestro bebé pegadito como hacen en las culturas más tradicionales.

    Con un portabebé la madre puede mantener su ritmo de vida sin separarse de su bebé, atendiendo a las necesidades más básicas del recién nacido. Y aquí tenéis dos buenos ejemplos de ello:

    La eurodiputada Licia Ronzulli.
    Una mamá africana.



















    martes, 15 de febrero de 2011

    Hop Tye: un mei tai divino

    Gracias a Nohemí, de Mimos y Teta (blog y tienda que seguro que muchas de vosotras conoceréis), la semana pasada hemos podido probar el mei tai de la marca de fulares Hoppediz, denominado Hop Tye. Nohemí lo puso a viajar a través del foro de la Red Canguro y nos apuntamos allá por el mes de septiembre, esperando a que este portabebé hiciera su parada en Madrid en su particular peregrinaje por toda la geografía española.

    El mei tai es un portabebé de tradición asiática. Normalmente se suelen utilizar a partir de los cuatro o cinco meses porque el ancho del panel es muy grande para los bebitos y haría que tuvieran una apertura de piernas excesiva (irían espatarrados). Pero el Hop Tye cuenta con una característica particular, que es un puente regulable en anchura gracias al cordón con trabilla que tiene para adaptarlo a los distintos tamaños.

    Muy versátil
    Esto lo convierte en un portabebé cómodo y rápido de poner para papás y mamás canguros primerizos y, además, lo dota de versatilidad para alargarlo durante la vida del bebé... Yo creo que iría bien hasta los 18/24 meses de edad, dependiendo de lo grande que sea el bebé. Yo lo he probado con Diana y aunque estamos acostumbradas a un mei tai con el panel un poco más grande, tampoco nos ha resultado incómodo.

    Entre sus características destaca también su cinturón acolchado y finito, que nos ha gustado mucho porque agobia menos que otros mei tais con el cinturón más ancho. Los tirantes también son especiales ya que no están acolchados sino que son tipo "chinados", es decir, muy anchos para ajustarse bien sobre los hombros y la espalda, casi como si fuera un fular. Y dan longitud suficiente como para cruzar las tiras en el culete del bebé (añadiendo así soporte adicional cuando son más grandecitos) y para anudarlo detrás o delante.


    Ajustable
    Cuenta también con una capucha de tela, equipada con un sistema muy cómodo que permite dejarla abrochada y tirar tan solo de la cuerda y ajustar cuando llevamos al bebé detrás y se queda dormido. La capucha sí que podía ser algo más larga, ya que yo creo que puede ser el elemento que más limite la "usabilidad" del mei tai, ya que para los bebé más altos se puede quedar corta antes de tiempo.


    Las posibilidades de ajuste son bastante grandes, ya que además de personalizar el ancho del puente, también se puede estrechar el ancho de la parte superior del panel. Los laterales del panel están también fruncidos con una goma. Yo creo que el objetivo es que los lados no se abran demasiado en bebés más pequeñitos, proporcionándoles más abrigo, refugio y un mejor ajuste. Nosotros no hemos usado esta característica, ya que la nena llenaba de sobra el mei, pero yo creo que es interesante para los bebitos más pequeños.


    Domadito
    Por último destacar que, al estar fabricado en tela de fular, tiene un soporte estupendo. Además, y como nos llegó a mediados de la ruta, ya estaba bastante más suavito que cuando son nuevos (los fulares necesitan uso para estar más manejables o "domados" como dicen las expertas). Por ponerle un pero, le pondría el color, negro muy seriote y solo ponible por un lado. A mi me gustan los portabebés con algo más de vidilla y también que sean reversibles, es decir, que tengan dos caras distintas para poder ir cambiando de estilo según me apetezca.


    Aquí os dejo un collage que preparé con algunas fotos que hemos hecho con el Hop Tye durante el fin de semana.






    Si quieres comprar un Hop-Tye de Hoppediz lo puedes hacer en la tienda online de Monitos y Risas.

    viernes, 31 de diciembre de 2010

    Porteando en Marruecos

    En un pequeño zoco junto a las kasba (Marrakech)
    Hace un par de semanas nos fuimos de escapadita familiar unos días a Marrakech. Aprovechamos que mi costillo siempre se coge una semanita de vacaciones en Navidades para visitar algún destino turístico de esos que teníamos pendientes hace mucho tiempo y, al final, nos decidimos por Marrakech.

    A la hora de hacer las maletas teníamos claro que no nos íbamos a llevar el carrito. En primer lugar porque es una lata andar cargando con el carro para arriba y para abajo en el aeropuerto, luego al hotel, y luego andar todo el día con el carro a cuestas para que el nene o la nena lo terminen usando sólo para echarse una siesta o para sentarse un par de minutos (aunque hay que reconocer que como soporte para mochila, cámara de fotos y demás, viene estupendamente).

    Darío en la ergo con su papá (Marrakech).
    Lo que hicimos fue meter en la maleta casi todos nuestros portabebés. La ergo para el aeropuerto (es la más fácil de poner y quitar tanto para mamá como para papá), el mei tai y el fular. No me llevé bandolera/tonga y luego resulta que la eché de menos para llevar a la nena a ratitos.

    Y la verdad es que nos organizamos genial, tanto en el aeropuerto como en los distintos días que pasamos allí. Yo solía llevar a la nena en el fular o en el mei tai y mi marido se llevaba la ergo para los ratos en que el porteaba a la peque o cuando subía al mayor.

    Con Darío no conocíamos los portabebés. Tenía una bandolera tipo Premax que no usé demasiado. Pero durante estos días se ha resarcido de porteo, porque le ha llevado su papá a la espalda un montón de tiempo, se ha echado unas siestas de campeonato y, en general, ha disfrutado de ser llevado cerquita.

    Autofoto en el palacio Bahía (Marrakech).
    Una de las cosas que más me gusta de portear al mayor (que ya son tres añazos y algo más de 16 kilos) es que al ponerlo a tu mismo nivel se pueden tener conversaciones con él sin la dificultad que supone ir paseando con todo el ruido y no enterarte de la mitad de lo que dice el pobrete.

    Mamá y papá canguro
    La verdad es que los ratos que íbamos los dos porteando a los nenes parecía que nos convertíamos en una atracción turística más. Yo creo que entre los locales llamaba la atención que un hombre porteara y muchas veces (sobre todo las mujeres) se quedaban mirando a mi marido con una sonrisilla.

    También intercambié alguna sonrisa con alguna mamá marroquí. Notaba que se me quedaban mirando porque no deben estar acostumbrados a ver turistas porteando y, sobre todo, cuando llevaba a la nena delante. Supongo que porque ellos lo suelen llevar detrás, o porque le llamaría la atención el mei tai. No lo sé, pero, así, con la mirada, las dos sabíamos de qué estábamos hablando y nos intercambiamos una gran sonrisa de mamá cangura a futura mamá cangura (digo futura porque en ese caso parecía jovencita y no llevaba a ningún niño, lo que no quiere decir que no estuviera esperándola en casa).

    Y entre los turistas, pues igual porque, aunque cada vez va siendo más habitual ver familias que viajan sin dejar a los niños con los abuelo, lo cierto es que lo más habitual es ver a los peques en carrito.


    Avistamiento canguro
    Portabebé tradicional.
    También hicimos muchos avistamientos canguros. Muchos nenes en portabebés, desde que llegamos al aeropuerto y durante casi toda la estancia allí. Las marroquíes suelen portear a sus bebés a la espalda con una tela anudada que se colocan como si fuera una bandolera a la espalda, solo que en lugar de anillas lo anudan (no sé demasiada terminología técnica de porteo, pero seguro que eso tiene algún otro nombre más explicativo). Además, porteaban desde los más bebitos hasta los nenes ya más mayorcitos, con su postura ergonómica perfecta.


    En el lado de los turistas vimos, principalmente, varias comerramas (mochilas de esas tipo macuto con hierros en las que el bebé va más alto que el papá o la mamá), alguna mochila ergonómica y un fular elástico, aunque no colocado en la mejor postura. Y es que creo que cada vez más familias se van dando cuenta de la idoneidad de los portabebés a la hora, por ejemplo, de viajar y pasar tiempo fuera de casa sin tener que ir como los caracoles, con 50 cachivaches a cuestas.


    Porteando a la espalda.
    Paradojas
    Después del primer impacto de las mamás porteando a la manera tradicional, me sorprendió ver los "nuevos" portabebés que llevaban otras mamás. Lo cierto es que por allí el carrito todavía no parecer ser imprescindible, pero sí que via muchas mamás porteando en colgonas que se ataban a la cintura y se cruzaban sobre un brazo (tipo bandolera) pero con una postura inadecuada (espalda recta, cabeza sin sujetar, peso que recae sobre el pubis, etc.).

    Paradójicamente, eran las madres más "modernas" (vestidas con un estilo más occidental y menos tradicional) las que optaban por este tipo de portabebés. Supongo que porque se venden con ese aire de modernidad y tecnología que tiene el hecho de pagar un dinerete por un portabebés que se abrocha con cierres automáticos en lugar de coger una tela de las que andan por casa y anudártela para llevar al nene.

    Supongo que es lo mismo que pasaría en España hace años. Que de los portabebés tradicionales se pasó a los carritos y de ahí pasamos a que nos fueran vendiendo (como accesorio al carro) los portabebés no ergonómicos y ahora cada vez se conocen más los portabebés ergonómicos y sus ventajas.

    Y vosotros, ¿Qué opináis? ¿Cómo os gusta lleva a los bebés cuando viajáis?

    miércoles, 10 de noviembre de 2010

    Fotos de porteo

    Andaba yo buscando unas fotos para un artículo sobre lactancia y porteo, cuando recordé que en nuestro viaje de novios a Kenia habíamos tomado alguna instantánea de mamás porteando. Repasando el álbum, me he dado cuenta de que, inadvertidamente, había más bebés entre los miembros de la tribu Samburu de los que pudimos percibir a simple vista... 

    Estaban tan integrados en la vida de los adultos y tan tranquilos que sólo quién los buscara intencionadamente podría llegar a advertir la presencia de algunos de ellos.

    En esos momentos, no me podía imaginar que tan sólo cinco años más tarde yo recurriría a las mismas técnicas que ellas para transportar a mi bebé.

     




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