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miércoles, 22 de mayo de 2013

¿Cacharros o herramientas? Relactador

Hoy os traigo un nuevo capítulo de mi serie ¿Cacharros o Herramientas? Para dar “una de cal y una de arena” ahora toca uno de los buenos, una herramienta. En este caso os hablo del relactador, que ofrece una ayuda muy importante a madres con riesgos reales para su lactancia y una ayuda real para bebés que tienen dificultades en la succión o que, habiéndolas resuelto, no consiguen establecer adecuadamente la producción.

Lo bueno del relactador es que es un producto poco conocido, por lo que resulta casi imposible que una madre embarazada se diga “Uy, me voy a comprar un relactador por si acaso tengo problemas en mi lactancia”, así que se evita drásticamente su conversión en “cacharro” de la lactancia. Normalmente, las madres se plantean usar un relactador asesoradas por un profesional de la lactancia, ya sea médico, matrona, enfermera, consultor o asesora de lactancia. Aunque alguna madre también se puede plantear su uso después de haber buscado en Internet información sobre alguna problemática concreta (hipogalactia, relactanción, lactancia inducida, formas fisiológicas de suplementar, etc.).

El relactador consiste, básicamente, en un depósito en el que se coloca el suplemento que va a tomar el bebé (que puede ser de leche materna extraída, leche de fórmula o una mezcla de ambas) que cuenta con unas sondas finitas que conducen esa leche y que quedan pegaditas al pecho de la madre, de tal manera que cuando el bebé succiona el pecho toma tanto la leche que hay en la mama como el suplemento almacenado en el relactador.

El relactador puede fabricarse artesanalmente o puedes comprar el de Medela. Su principal ventaja es que, mientras el bebé toma el suplemento, está estimulando el pecho para que produzca más cantidad de leche. De este modo, sería el único modo de dar suplementos que, al mismo tiempo, lograría aumentar la cantidad de leche disponible en el pecho y, por tanto, lograría ir reduciendo la cantidad de alimento complementario que debería recibir el bebé.

Otra ventaja, evidente, es que es un modo de suplementar a los bebés más fisiológico, ya que, al succionar al pecho, el bebé controla los ritmos, hace las pausas necesarias y todas las sensaciones que recibe mientras se alimenta son las propias de la lactancia materna. Esto no es solo beneficioso para el bebé, sino también para la madre que recibe exactamente el mismo estímulo que cuando el niño mama sin relactador, por lo que fomenta la secreción de oxitocina, facilitando así el apego saludable entre la diada madre-bebé en ambos extremos de la relación.

Además, el relactador permite dar el suplemento de manera más rápida y cómoda que otras alternativas que no interfieren con la lactancia materna (sonda+jeringuilla, cuchara, vasito). El momento del suplemento es tan placentero como el momento de la lactancia.

El relactador se puede utilizar a distintos niveles:
  • Se puede dar primero el pecho y luego el pecho con el relactador o bien empezar directamente con el relactador.
  • Se pueden usar sondas de distintos grosores para que la ingestión del suplemento sea más o menos fácil en función de las capacidades del bebé.
  • Se puede colocar el depósito de la leche a distintas alturas, de tal modo que si se coloca más alto que el pezón la leche tenderá a caer por si misma (teoría de los vasos comunicantes), mientras que si se coloca más bajo que el pezón, el bebé tendrá que realizar un mayor esfuerzo de succión para obtener la misma cantidad de leche del relactador.
  • Se puede usar en un solo pecho o en los dos pechos (simultáneamente o alternativamente).
Yo suelo recomendarlo básicamente para las madres que quieren ofrecer un suplemento (entendido como cantidad suplementaria de leche extraída o de formula que complementa la que el bebé toma directamente al pecho) sin por ello dificultar o interferir en su lactancia. Pueden ser mujeres que:
  • Desean pasar de lactancia mixta a lactancia materna exclusiva, pero no tienen tiempo disponible como para realizar varias extracciones diarias. En este caso, se sustituye la estimulación mediante la extracción con la estimulación directa del bebé al tomar el suplemento.
  • Quieren pasar de lactancia mixta a materna exclusiva y buscan una forma de dar los suplementos que interfiera lo menos posible con la lactancia.
  • Desean relactar después de haber destetado a su bebé.
  • Quieren inducirse la lactancia para un bebé que no es su hijo biológico (madres adoptivas, parejas de madres lesbianas, mujeres que amamantan al bebé de algún familiar, etc.). 
  • Tienen bebés con patrones débiles o desorganizados de succión que necesitan tomar suplementos.
Aquí os dejo un testimonio de relactación, publicado en el blog de Sina.

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