jueves, 4 de noviembre de 2010

Bioculturizándonos

¡¡¡Vaya palabro!!! Pero suena bien. ¿Y qué es eso de bioculturizarse? Pues para mí y para Diana ha consistido básicamente en acudir a la feria Biocultura que se celebra estos días (del 4 al 7 de noviembre) en el Pabellón de Cristal de la Casa de Campo (Madrid).

El año pasado me la perdí, porque Diana acababa de nacer y porque tampoco estaba yo muy convencida de que esta feria fuera un "must" para las mamás presentes y futuras. Yo ya había consumido alimentos ecológicos, sobre todo frutas y verduras en la época en que alimenté a Darío con purés, y no pensaba que la cosa diera para tanto.

Pero, fíjate tú, que la Biocultura va mucho más allá de la venta de productos de la huerta ecológicos. Hoy hemos podido ver técnicas de construcción de casas más ecológicas, sartenes y cacerolas de hierro, prendas de ropa fabricadas con algodón y otras fibras procedentes del cultivo ecológico, pañales de tela, productos de artesanía, libros, fulares, ONGs comprometidas con el medio ambiente y ¡¡¡Mucho producto alimenticio ecológico!!!

Fiebre de espelta
Me ha llamado mucho la atención la gran pasión por la espelta que reinaba en los distintos stands de la planta alta (que albergaba la sección de alimentación y estética). Había de todo hecho con harina de espelta: pasta, galletas, pan, bizcochos, magdalenas, cocas, pizzas... ¿Y qué es eso de la espelta? Me preguntaba yo, en mi ignorancia, hasta que un cártel de un stand (especializado en espelta ¡¿Cómo no?!) me ha ilustrado. He entendido que se trata de una variedad muy antigua de trigo del que desciende la mayor parte de las variedades actuales de este cereal y que es muy apreciado por sus propiedades nutricionales. Lo que ya no he llegado a adivinar es qué es el kamut... pero todo se andará (wikipedia mediante, claro).

Imagen de www.noticiaspositivas.net
De la parte alimenticia me quedo también con la variedad de productos a base de quinoa, con las ricas degustaciones de aceite de oliva, almendras, pimenton o bebida de chufas, etc. y de la gran variedad de productores. Parece que comprar ecológico no solo tiene ventajas para la salud, sino también para pequeños negocios locales y proyectos con personalidad propia.

Me ha comprado tres kilitos de mandarinas ecológicas de EcoEbro por cinco euritos... A Diana le han encantado y envían a domicilio, así que habrá que ponerse de acuerdo para comprar en grupo y ahorrarnos los gastos de envío.  :-D

ONGs
En la entreplanta había mucha artesanía y dos iniciativas muy interesantes:
  • La ONG Amigos de la Tierra tenía un stand centrado en la campaña "Yo digo NO a las bolsas de plástico", con una recogida de firmas y ofreciéndose a cambiar las bolsas de plástico de los asistentes por una bolsa de tela. Yo, como ya llevaba la mía, me llevé como obsequio una guía para la reducción de residuos que me estudiaré en breve.
  • Amnistía Internacional estaba también presente con diversas iniciativas para recaudar fondos (venta de lotería de navidad de la Bruixa d'or y comercialización de distintos productos) y con recogida de firmas para pedir al gobierno israelí que pare el derribo de casas en Palestina.
La imagen de la campaña de Amigos de la Tierra

Cargada de atractivos
La planta baja es donde he pasado la mayor parte de mi tiempo, cotilleando en vivo y en directo en muchas de las tiendas a las que normalmente hago pedidos por Internet:

  • En Instinto Maternal he estado charlando con Elena (Monitos y Risas), un encanto de mujer gracias a la cual me inicié en el mundo de los pañales de tela y en el de los portabebés. Y que es un ejemplo a seguir con la cantidad de iniciativas que está poniendo en marcha para los que vivimos en la zona sur de Madrid.
  • En Crianza Natural, Rosa me ha dado algunos consejos sobre libros de lactancia materna y sobre crianza. He quedado muy contenta por su guía sincera, su amabilidad y sus piropos hacia la pequeña Diana.
  • En Mi Saquito Mágico (blog y tienda) he conocido a Mercedes, un encanto de mujer, con la que he estado charlando de lo divino y de lo humano en esto de la maternidad... Si os pasáis por Biocultura no os perdais su stand, su colección de Tongas, su sorteo de un Tonga y, sobre todo, su simpatía y su sonrisa. 
  • También he estado charlando con Dolores, de Bebés Ecológicos, sobre la llegada a España de los Tutto, los pañales unitalla de mi marca favorita: Itti Bitti. Es una lástima, pero parece que tendremos que seguir esperando para disfrutarlos en España, aunque me consta que en algunas webs francesas todavía los tienen en stock.
  • Ya había oído hablar de Huertos Ecológicos, una empresa localizada en Alcorcón que alquila espacios para plantar verduras y hortalizas ecológicas desde 35 euros mensuales. Me ha sorprendido la calidez, cercanía y amabilidad de sus responsables, que me han informado de que también hacen venta directa al público de sus verduras ¡¡¡Y qué verduras!!! Tenían unas cestas con algunos ejemplos, que daba gloria verlas :-D. Está en mi agenda de visitas obligadas para la semana que viene.
  • Me ha gustado también un stand lleno de instrumentos musicales, que, en un principio, estaban destinados a ayudar a la meditación, pero que también tenía un montón de silbatos y meteruidos chulos para los más pequeños de la casa.    
  • He visto a una mami embarazada disfrutando de lo lindo mientras le hacían un minitratamiento de masaje en el stand de Khardaia y también he descubierto que en espacio de la Red Circular de Doulas había un rinconcito de lactancia... aunque yo prefiero hacer de cada tetada una reivindicación de la lactancia materna (y de mis tetas, of course), así que he amamantado on the go (sobre la marcha con Didi en el mei tai) y en un banquito frente a la casita de madera de mi amiga L.
Mis compras
Unas tortitas de arroz con yogur de fresa de chuche para Darío.
3 kilos de mandarinas.
Crema para el cambio de pañal de caléndula de Weleda Bebé.
Y muchos libros:
  • El poder de las caricias, de Adolfo Gómez Papí.
  • El concepto del continuum, de Jean Liedloff.
  • Padres liberados, hijos liberados, de Adele Faber y Elaine Mazlish.
  • Mamá nido, de Gloria Lizano.
  • La pequeña oruga glotona, de Eric Carlé.
  • Kirikú y las bestias salvajes, de Michel Ocelot.

Lactancia
He echado en falta más promoción de la lactancia materna, porque ¿qué alimento hay más ecológico y biológico para el ser humano que la leche de su propia madre? Pero, claro, tiene un inconveniente, ¡¡¡Qué es gratis!!! Así que, ¿quién se va a gastar el dinero en promocionar algo que no tiene un retorno monetario directo y cuantificable?

A mí se me ocurre que deberían ser las consejerías e instituciones con competencias en materia de salud, mujer e infancia... pero... pasa lo de siempre, que el dinero para la promoción de la lactancia se va escurriendo gota a gota vete tú a saber dónde.
Habrá que desnudarse y hacer un calendario de tetas para vender en este tipo de eventos. :P

2 comentarios:

  1. Je je, me apunto al calendario! Nosotros somos asiduos (de Biocultura y de la espelta, je je) ha cambiado desde hace años, mucho,pero sigue siendo un must, como tú dices.

    A ver si quedamos un día guapa!

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  2. Pues tomo nota de tu voluntariado para el calendario, Patricia, que parece que algo se está cociendo en el ambiente. :-D

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