lunes, 28 de marzo de 2011

No puede ser tan difícil

Diana, mamando, en su
segundo día de vida.
Las tasas de lactancia materna en España demuestran que todavía queda mucho camino por recorrer. Aunque van aumentando ligeramente, en las primeras semanas de vida del bebé un gran número de madres abandonan la lactancia materna o empiezan a complementar con biberones.

Pero la lactancia materna no puede ser tan difícil... Si lo fuera, los seres humanos lo habríamos pasado bastante mal como especie animal antes de la invención de las leches de fórmula. Entonces, ¿qué es lo que ha pasado? Ahí van varias causas que estan en la raíz del desecenso espectacular en las cifras de lactancia materna experimentadas durante la segunda mitad del siglo XX:
  • Presión publicitaria y económica de los fabricantes de sucedáneos de leche materna.
  • Pérdida de la cultura del amamantamiento.
  • Carencia de referentes culturales apropiados de lactancia.
  • Falta de formación y apoyo entre los profesionales sanitarios.
  • Escasos esfuerzos de las administraciones públicas para apoyar la lactancia.

La influencia del parto
También hay otros factores -sobre todo en lo concerniente al nacimiento- que no contribuyen precismente a un buen comienzo de la lactancia materna:
  • Uso excesivo de medicamentos durante el parto.
  • Separación entre la madre y el bebé.
  • Priorización de normas y protocolos frente a las necesidades de la madre y el bebé
Entonces, ¿qué podemos hacer para mejorar estas cifras y para dar un buen comienzo a esas madres que quieren amamantar a sus hijos y a esos bebés que esperan ser alimentados por el pecho de su madre? Sería importante entender la expectativas con las que nace un bebé, que están intimamente relacionadas con la lactancia ya que la naturaleza no deja nada al azar y sería absurdo que no "equipara" a los bebés con un buen número de instintos que aseguraran su supervivencia.

La expectativas del bebé
Y, ¿Qué espera un bebé? Según Diane Weissinger, IBCLC con varias décadas de experiencia en la consultoria de lactancia y coautora de la 8ª edición de El arte femenino de amamantar, los bebés buscan:
Foto tomada de la web de La Liga de la Leche (www.llli.org).
  • Estabilidad postural. Y la consiguen, básicamente, cuando están apoyados sobre su vientre, preferentemente, sobre el cuerpo de su madre.
  • Verticalidad. No implica que tengan que estar completamente verticales, pero amamantan de manera mucho más cómoda y natural cuando su postura sobre el cuerpo de la madre tiende a la verticalidad.
  • Un lugar para colocar la mandíbula inferior. Por lo que tienden a echar ligeramente la cabeza hacia atrás. Con este movimiento adelantan su mandíbula inferior, lo que les permite abarcar con ella una mayor porción del pecho. No hay que aprisionarles o esforzarnos por colocarles en una postura de libro, porque estaremos coartando sus movimientos naturales para buscar estas posturas óptimas.
  • Contacto con el pecho con su cara y mejillas. No hay mecanísmo que dispare con mayor celeridad el reflejo de búsqueda de un bebé que el contacto del pezón sobre su mejilla. 
  • Tener el control. Los bebés esperan que se les deje actuar en el pecho, tomar la iniciativa.
  • Seguir un cierto orden. Los bebés, como otros mamíferos, actúan según "secuencias de alimentación" que son pasos/estímulos que van disparando los reflejos y llevando a las siguientes fases de la secuencia, garantizando una alimentación adecuada. Así, por ejemplo, la postura ventral del bebé sobre el cuerpo de la madre lleva al comienzo de la búsqueda, cabeceo del bebé, que le lleva a inclinarse, alcanzar el pecho, estímulo del pezón en la mejilla, apertura de la boca y enganche correcto. Si interferimos, estamos interrumpiendo las secuencias de alimentación.
  • Un poco de ayuda por parte de su madre. Aunque los bebés sepan hacerlo casi todo solos, también buscan y necesitan un poco de colaboración de su madre a la hora de lograr un agarre adecuado. Sujección cuando reptan por el pecho, acercamiento o moldeado del pecho, estimulación, etc.
Y, en el fondo, ¿qué supone todo eso? Pues, como decía Weissinger "todo lo antiguo vuelve a ser nuevo" y es que los expertos y profesionales de la lactancia no dejan de descubrir día a día que lo más fácil para garantizar una lactancia exitosa y placentera es interferir lo menos posible en la diada madre-bebé y trabajar con las madres en temas como la confianza en sus habilidades y las de su bebé.
Fomentar la confianza
En lugar de insistir en agarres asimétricos o posturas tripa-con-tripa, todo apunta a que sería mucho más beneficioso insistir a las madres en aspectos como los siguientes:
Foto extraída de la web www.biologicalnurturing.com
  • La lactancia es un comportamiento del lado derecho del cerebro, como bailar o jugar al tenis. Nadie nace sabiendo y nadie lo hace bien a la primera, pero, finalmente, todos acabamos consiguiéndolo con la práctica.
  • Amamantamiento reclinado. Si el bebé busca la verticalidad y el apoyo sobre su vientre, habría que enseñar a las mamás posturas de amamantamiento reclinado ("biological nurturing") que contribuyen a la estabilidad y verticalidad del bebé y le permiten seguir sus secuencias de alimentación.
  • La lactancia es un placer con el que hay que ser indulgentes. No debemos privarnos de ese placer aunque el bebé haya mamado hace cinco minutos. Hay que disfrutarlo muy a menudo. 
  • La madre debe estar cómoda.
Y para terminar, la nota personal que me ha llevado a pensar y reflexionar sobre este tema ha sido la reflexión sobre el afianzamiento espontáneo o la técnica de la no técnica, que consiste en dejar que el bebé tome las riendas. Y es que hace unas semanas en el grupo de lactancia varias mamás fuimos testigos de como un bebé de poco más de diez días hacía el camino el solito hasta el pecho de su madre.

Hoy una amiga y conocida bloguera de algunas de vosotras ha solicitado mi ayuda como asesora de lactancia y creo que al final la más ayudada he sido yo, porque ver a su bebé de apenas un par de días hacer todo el camino solo hasta el pecho sin más ayuda que los brazos amorosos de su madre haciendo de protección y sostén, logrando un agarre espectacular y una secuencia de afianzamiento espontáneo de libro.

Y ¿por qué me ha ayudado? Porque ver estas cosas en vivo y en directo reafirma lo que he aprendido teóricamente y no he tenido oportunidad de experimentar con mis hijos. Porque me anima a seguir trabajando en fomentar la confianza de la madre en su capacidad para amamantar y en su deber de confiar en la capacidad de su bebé para guiarla por el camino.

Ha sido un momento bonito y muy emocionante. Gracias, Suu, por haberme permitido presenciar un momento tan íntimo y espectacular. ¡¡¡Disfruta de tu lactancia!!!

18 comentarios:

  1. Ay Eloísa, mil gracias a ti. Tenerte a mi lado ha hecho que me sienta más segura. Ha sido maravilloso lo que ocurrió ayer, ver cómo el solo bajaba en apenas cinco segundos de mi cuello al pecho y se agarraba.

    Lo he intentado en casa y no ha habido manera. Estoy preparando los papeles para adoptarte, solo me falta tu consentimiento. El sofá cama para tu marido y para ti lo tengo, ahora sólo me falta acomodar a los peques. Mi casa tiene dos habitaciones, pero así habrá más amor por metro cuadrado.

    Gracias bonita, un millón de gracias por ser tan especial.

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  2. Totalmente de acuerdo con tus argumentaciones. Yo creo también que al tener la alternativa "fácil" del biberón, muchas madres se relajan. Antiguamente, a excepción de las personas que podían acceder a comadrona, o se les daba el pecho o no había nada más. Qué bonito que otra mamá te haya pedido consejo.

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  3. Ufff, qué ganas de llorar, qué emocionante debió ser, y qué pena me da no haberlo logrado...

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  4. Los bebes saben, las madres saben. Estoy contigo Eloísa, se aprende mucho de las madres y de sus bebés. Yo también tuve el otro día en casa a una mama y un bebé que me enseñaron de nuevo maravilla del instinto. El bebé estaba tranquilo porque ya había mamado. Aproveche par decirle a la mama que se recostara en el sofa y le pusimos el bebe de nuevo encima. Se quedó alucinada. Se puso a reptar y se fue a por uno de los pechos y se prendió solo.

    Muy buen artículo, veo que has sacado provecho a tus estudios.

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  5. Respecto al titulo del post, no te haces una idea de la cantidad de veces que me hice esa misma pregunta durante el primer de lactancia.
    Mil gracias por tóda la información.

    Lo de Suu es fantástico!, y tan bonito de ver esas escenas.

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  6. Eloísa, si te cansas de la casa de Suu, aqui tenemos terreno para que te pongas una "independiente" además tenemos animalillos de granja con los que lo niños se lo iban a pasar genial; ah! si; y para los papás unas barbacoas que no veas!

    Pues eso, que GRACIAS! pues en estas últimas semanas, leerte es un bálsamo de tranquilidad para mi mente; ojalá PequeñoJedi salga mas espabilado que su madre... ya verás como es él el que me enseña a dar de mamar! jeje.

    Por cierto... Suu, Bienvenida a casa!

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  7. muy bonito, ojalá hubiera sabido esto hace un año, los pasamos realmente mal hasta que ranita cogió el pecho, con un intento de dejar la LM y darle bibirón, menos mal que no lo hice.... y también muy bonito como ayudaste a Suu, enhorabuena!!

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  8. Suu, wapetona, como nosotros colechamos, nos apañamos los cuatro con el sofá cama... aunque algún colchoncillo adosado no nos vendría mal, que somos todos talla XL ;-)
    Ahora, en lo del amor, tienes toda la razón del mundo.

    Sandra, pues sí, es muy gratificante poder ayudar a otras madres... en el grupo de lactancia y más aún cuando es una mamá del mundo blogueril, porque me da la sensación de que así puedo devolver un poquito de todo lo que me aporta esta gran familia virtual.

    Albertina... Estoy segura de que tú vas a tener una gran revancha... Segurísima ;-)

    Gema... Ja, ja, con lo que llevo invertido en formarme como asesora, como para no aprovechar :D En fin, como siempre, las que más enseñan son las mamás. Yo siempre digo que he tenido dos lactancias tremendamente vulgares por lo buenas que han sido y me produce mucha admiración ver a otras mamás que luchan como leonas contra los problemas que van surgiendo para sacar sus lactancias adelante.

    Teta.. Es que tu caso es de traca... Cuánta falta hace una mayor formación entre los profesionales... O que en cada centro de salud haya un "asesor/a de lactancia" igual que hay un pediatra, enfermero y matrón/matrona.

    Leia, muchas gracias por la invitación... No me lo digas dos veces, que a mi me sale la vena campestre y acampo en tu casa para montar un huerto de tomates ecológicos y robarte los huevos de las gallinas.
    Como bien te dijo La Teta Reina, como te descuides nos cogemos un tren y nos plantamos en tu casa en un pispás y no te deshaces de nosotras hasta que esté la lactancia bien establecida :D
    Tú grábate a fuego los consejos para las mamás y ya verás como Pequeño Jedi se encarga del resto.

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  9. tanpancha, admiro un montón a las mamás como tú que luchais cotra viento y marea por vuestra lactancia. :D

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  10. Qué bonito! A mi me hubiese gustado con mi nena haber conseguido el agarre espontáneo, pero es lo que tiene la inseguridad y la impaciencia.
    Cada vez que veo algún vídeo donde se ve al bebé ir el solito hasta el pezón me emociono.

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  11. A mi me pareció complicadísimo. Pero, leyéndote a ti, y leyendo las experiencias que has compartido, todo parece distinto. No descartes que algún día sea yo quien te llame. Besos.

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  12. Me alegro un montón por Suu, ánimo guapa, que todo va a ir sobre ruedas. Eloísa, siempre estás dispuesta a echar un cable. Eres estupenda!!
    Con respecto al post, muy interesante, yo pienso que no tendría que ser tan difícil. También hay que tener en cuenta que el alto porcentaje de cesáreas que se realizan no lo pone fácil, porque a la mami le cuesta más trabajo encontrar la postura, la leche tarda algún día más en subir y empiezan a decirte que si deberías dar algún biberón...
    Yo también me quedé con ganas de probar el agarre espontáneo nada más nacer, pero no me quejo porque mi experiencia con la lactancia ha sido y es muy buena.

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  13. Carol, el agarre espontáneo no tiene que ser nada más parir... Los bebés tienen los instintos a flor de piel al menos durante el primer mes. Yo he visto a niños con varias semanas hacer el mismo camino con toda tranquilidad.

    Mamá (contra) corriente, ya sabes que aquí estoy a tu disposición para cuando quieras intententarlo de nuevo con la lactancia materna. No sé si será mejor o peor, pero te aseguro que, por lo menos por mi parte, te vas a sentir más apoyada y comprendida.

    Mousikh, claro que sí, es por eso que me hice asesora de lactancia... Desde luego creo que nadie se mete en esto con la idea de hacerse rica ;-)
    La cesárea no solo influye en la mamá, que está más dolorida (aunque en esta postura no hace falta que la mamá se levante o que el niño esté tan bajo como para que toque o moleste en la cicatriz) sino también en los medicamentos y anestesia, que hacen que los niños estén algo groguis y no estén al 100% en el tema de la lactancia.
    Lo del apoyo por parte de los profesionales que insisten en el biberón... En fin, sin comentarios.
    Me alegro de que tu expriencia con la lactancia sea buena. :D

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  14. hola, llego un poco tarde a la conversación, pero hace tiempo que me ronda la cabeza un par de ideas que podrían quizá explicar la dificultad que muchas experimentan con la lactancia y de las que nunca he oído hablar. Igual son una tontería de órdago, pero por eso las pongo aquí, a ver si alguien que sepa más del tema me puede dar su opinión:
    - aunque he leído mil veces que las grietas en los pezones se deben a una mala posición de enganche, muchas veces el enganche parece bueno y sin embargo aparecen grietas. Me pregunto si no será que tantos años con las tetas tapaditas dentro de sujetadores, camisetas, bikinis y demás no volverán nuestra piel de lo senos más delicada...
    - aunque amamantar es un proceso natural y en principio debería salirle bien a prácticamente todo el mundo que contara con la información básica, lo cierto es que a mi alrededor he visto un sinfín de problemas entre madres que deseaban dar el pecho y o se han rendido, o han aguantado pero con muchísimas dificultades. Y me pregunto: ¿no influirá la edad? Parir y amamantar son procesos naturales a los 16, a los 20, a los 25... Pero ¿cuántas tenemos hijos con 35 y más? El otro día estuve mirando estadísticas del INE y vi que, por ejemplo en 2009, hubo bastantes más madres de 40 que de 20. y los grupos de madres más numerosos eran los de mujeres de entre 30 y 35 años. ¿No será que a estas edades las cosas no son ya tan fáciles cono nos gustaría? No sé, a ver qué os parece

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  15. Mirna... Obviamente, el tema de las prendas de ropa interior influye... Muchas veces veo a mamás con sujetadores de lactancia que obviamente les quedan pequeños y que no hacen más que obstruir sus conductos... Pero, obviamente, una grieta es una abrasión producida por la boca del bebé y cuando se cura la causa, se cura la grieta... sea como sea la piel de los pechos. De hecho muchos cambios que se producen durante el embarazo lo que hacen es "preparar" de manera natural la piel y el tejido de las mamas para la lactancia.

    En principio el factor de la edad no influye. Te dejo un enlace a un blog donde explican como una abuela se induce la lactancia para alimentar a su nieto debido a una enfermedad de la madre que le impedía atenderle... Si hay tejido mamario y un sistema hormonal funcionando correctamente, la edad no supondría mayor problema.

    En cualquier caso, me parece una reflexión muy bien encaminada. Muchas gracias por tu aportación :D

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  16. Hola, es la primera vez que escribo. Estos temas me gustan bastante y me decido a escribirte porque veo que tienes un punto de vista abierto y respetuoso.
    Pues eso pensaba yo con la lactancia, y leer que es tan fácil, que es lo natural, que se ha hecho durante toda la existencia..., creo que aún me hace sentir mal. Me he planteado qué nos hubiese pasado a ambas si nos hubiese tocado vivir otra época, es posible que ninguna de las dos hubiésemos sobrevivido. Tuve una infección puerperal a la semana de parir (hospitalización, legrado y sufrimientos varios). Conseguí continuar con la lactancia poniendo mucho empeño pero mi bebé rechazó el pecho a las 8 semanas porque se atragantaba de tal forma que pasaba bastantes segundos sin poder respirar. Una cosa bastante extraña y que la achacamos al reflujo, pero que nadie había visto antes. Mi confianza en la naturaleza y el instinto se rompió, no sé si para siempre. Me sigue afectando que haya gente que crea que es tan fácil y natural. A veces lo es, lo sé, pero muchas otras no. Y además, a mí me dolió dar el pecho más de un mes, a pesar de que las consejeras de lactancia veían la postura como perfecta. No siempre 2+2 son 4.

    Isa.

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  17. Hola Isa:

    Veo que para tí resulta un tema doloroso hablar de tu lactancia. Leo a una madre que se preocupó por dar los mejor y 8 semanas de lactancia son un gran triunfo en tu caso, más en las circunstancias que cuentas.

    Hoy en día se sabe que una buena postura no es indiativa de ausencia de problemas. Que puede haber peculiaridades anatómicas en el bebé, por ejemplo, que no se superan con una buena postura, sino que hay que ir más allá, averiguando las causas y actuando en consecuencia.

    Desde luego, hay casos y casos, lo que sí te puedo decir es que ni todas las lactancias van como la seda ni todas son infiernos. La gran mayoría deberían quedar en el punto intermedio de no encontrar grandes obstáculos y, en caso de hacerlo, contar con la asistencia adecuada que permita solucionar el problema para que la madre y el bebé disfruten con su lactancia.

    A pesar de todo el dolor que veo en tu comentario sobre el fracaso de vuestra lactancia, permíteme que yo vea en tu caso el éxito y la perseverancia de una mamá que, a pesar de tenerlo todo en contra (infección, hospitalización, legrado, etc.) logró amamantar a su hija durante ¡¡¡8 semanas!!!

    Un fuerte abrazo.

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  18. me ha encantado el articulo y tus reflexiones porque soy madre primeriza y me costo muchisimo encaminar el tema de la lactancia. El afianzamiento espontáneo o la técnica de la no técnica me hubiera encantado conocerla y ponerla en practica porque fueron tan frustrantes los primeros dias que desarrolle incluso ansiedad temiendo cada una de las tomas de mi hija. No he conseguido sentirme segura hasta los tres meses de edad de la pequeña y esto ha hecho que la lactancia materna no sea una experiencia tan positiva como la que teneis algunas madres, os envidio sinceramente

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