lunes, 28 de noviembre de 2011

Lactancia en el embarazo: si quieres, puedes

Dado el interés que tiene divulgar este tipo de información, os reproduzco aquí el artículo que escribí para el número 6 de la revista online Madre Tierra

Tiene un montón de artículos interesantes, así que os recomiendo que nos os los perdáis. Sin más, os dejo mi artículo que se titula

Lactancia durante el embarazo:
si quieres, puedes

Al hablar de la lactancia en el ser humano, muchas veces hemos de retrotraernos a tiempos pretéritos de la especie para ofrecer una perspectiva evolutiva y con un acento más antropológico que meramente cultural sobre esta dimensión de la alimentación y nutrición humana. Este punto de vista nos permite abstraernos de lo que creemos que sabemos sobre la lactancia para remontarnos a los orígenes de la humanidad y del amamantamiento como solución evolutiva para garantizar la supervivencia de la especie.

Parece una obviedad, pero también son múltiples las ocasiones en las que, al hablar de la lactancia, hay que recordar que los seres humanos pertenecemos a la clase de los mamíferos, que se caracterizan precisamente porque las hembras están equipadas con glándulas mamarias para alimentar a sus hijos después de su nacimiento.

Alimento emocional
Una vez establecida la “normalidad” de la lactancia, es decir, su posición como estándar en la alimentación del ser humano (en lugar de calificarla como el manido y subjetivo “lo mejor”), es importante también analizar su papel en la afectividad. En la naturaleza, el cóctel hormonal que acompaña al posparto y a la lactancia es una garantía para que la madre siga invirtiendo tiempo y recursos en la crianza de sus hijos en lugar de dedicarse a otras funciones que serían más importantes desde el punto de vista de su individualidad.

En la especie humana, este cóctel hormonal no solo juega el mismo papel que en el resto de mamíferos potenciando el comportamiento maternal y el enamoramiento mutuo entre madre e hijo, sino que se convierte en cimientos y ladrillos del vínculo materno-filial. La lactancia se convierte en mucho más que en un alimento físico y se convierte también en nutrición afectiva, que llena de cariño, autoestima y amor al niño amamantado.

Planificación familiar
La lactancia, por otro lado, juega un papel importante en la “planificación familiar” ya que una madre que amamanta a su hijo suele sufrir amenorrea normalmente durante los seis primeros meses de lactancia materna exclusiva, aunque se puede prolongar durante más tiempo. Esta amenorrea o desaparición de la regla funciona a modo de anticonceptivo natural, garantizando que la madre seguirá invirtiendo en su hijo lactante todos sus recursos sin un nuevo embarazo que podría comprometer las posibilidades de supervivencia del primer retoño.

Así pues, parece que desde un punto de vista biológico, embarazo y lactancia no son momentos compatibles, ya que no parecen diseñados para convivir en el tiempo. Y, probablemente, de esta “incompatibilidad” vengan muchos mitos y creencias populares que proscriben la lactancia durante el embarazo. Y es que, en épocas en las que la supervivencia de los adultos era difícil ya de por sí, era fundamental que la madre invirtiera todos sus recursos en la gestación manteniendo su salud y la del futuro bebé sin mermas energéticas innecesarias.

Cambio de circunstancias
Pero, héteme aquí, que gracias al bienestar del que disfruta hoy en día la mujer en la sociedad occidental, ya no es necesario tomar decisiones en el filo de la navaja para salvaguardar la salud de la madre y del futuro hijo. Las madres que gestan tienen cantidad de recursos alimentarios a su disposición, abundantes y de calidad, y una supervisión médica cercana que suele ser fuente de confianza y tranquilidad.

Así las cosas, son cada vez más las mujeres que se han ido planteando la necesidad de destetar a un hijo mayor durante el siguiente embarazo, poniendo en duda los mitos y las creencias tantos sociales como de los profesionales sanitarios. Sobre todo, porque la mujer que se siente poderosa y capaz gracias a una lactancia con éxito, ya no duda de la capacidad de su cuerpo para afrontar con sobradas garantías la lactancia de un bebé ya más mayorcito (normalmente el embarazo se suele producir después de los seis meses de lactancia materna exclusiva por el efecto anticonceptivo de esta) y la gestación de otro bebé en el útero.

La mujer que decide seguir amamantando mientras gesta, también suele ser muy consciente de las necesidades de su hijo mayor y a la hora de tomar la decisión suele valorar, sobre todo, el factor emocional y afectivo más que el nutricional. Y es que una madre que ha conseguido lactar a su bebé durante más de seis meses, uno o dos años, superando la cantidad de mitos, desinformación y presión social hacia el destete lo hace, sobre todo, siguiendo su instinto y el de su hijo.

Si quieres, puedes
Así pues, si quieres amamantar durante tu embarazo puedes hacerlo sin mayor problema. La mayoría de los inconvenientes sociales y médicos que se ponen hoy en día a la lactancia durante la gestación están basados más en prejuicios y creencias personales que en evidencias científicas, ya que no hay ningún estudio serio que demuestre que la lactancia materna es perjudicial durante el embarazo, ni para el feto, ni para la madre, ni para el bebé que lacta. Tampoco es cierto que pueda producir partos prematuros o amenazas de aborto, así como otros aspectos que revisaremos posteriormente.

Si eres madre, estás amamantando y te quedas embarazada de nuevo, no debes dejar la lactancia si no quieres. Aunque lo cierto es que la decisión de amamantar o no durante el embarazo es única y personal de cada mujer y cada familia. Tan buena es la decisión de seguir lactando como la de destetar, siempre que se haga teniendo en cuenta los propios deseos y manejando información válida y actualizada al respecto.

Consejos generales
A la hora de mantener la lactancia durante el embarazo, la madre gestante no necesita seguir ninguna norma ni consejo más allá de los que dicta el sentido común. Y es que una mujer que ha amamantado durante meses, tiene sobrada experiencia en lactancia como para afrontar los distintos hitos del camino y sabrá ir encontrando las posturas más cómodas para amamantar embarazada o las estrategias de negociación con su hijo en caso de desear acortar las tomas. Aún así, todas las madres se pueden beneficiar de la asistencia a un grupo de lactancia en el que compartir experiencias o inquietudes al respecto.

Además, la madre que lacta durante el embaraza ya ha vivido, al menos, una gestación previa por lo que el estado de gravidez no le supone tampoco una situación desconocida.

Quizá la única recomendación general que hacen los investigadores en la materia es poner más cuidado en la alimentación, eligiendo alimentos que no solo aporten calorías, sino también vitaminas, proteínas, minerales y el resto de nutrientes que se obtienen a través de una dieta variada y equilibrada. Siega-Riz y Adair* (1993) descubrieron que las mujeres lactantes ganaban menos peso durante el embarazo que las madres no lactantes. Los autores recomendaron, por tanto, que las madres consumieran más energía y nutrientes para cubrir las demandas del embarazo y la lactancia.

Mitos infundados
Aunque hoy en día son cada vez más madres las que demuestran con sus actos que lactancia y embarazo son perfectamente compatibles, lo cierto es que todavía perviven muchos mitos y creencias que proscriben y condenan la lactancia durante el embarazo basándose en miedos infundados… incluso entre los profesionales sanitarios.

Quizá uno de los miedos más comunes es que la succión de la lactancia y la oxitocina que libera produzcan un aborto o un parto prematuro.

No hay evidencia científica de que amamantar durante el embarazo aumente las probabilidades de sufrir abortos o partos prematuros. Es cierto que la lactancia produce una liberación de oxitocina en el cuerpo de la madre (al igual que otros procesos fisiológicos normales, como el orgasmo femenino), pero también es cierto que la respuesta del útero a la presencia de oxitocina en el organismo evoluciona con el progreso del embarazo.

Así, en el principio de la gestación apenas hay receptores de oxitocina en el útero, mientras que estos se multiplican exponencialmente a medida que progresa el tercer trimestre del embarazo y se disparan cuando comienza el proceso del parto. Puedes comprobarlo en las siguientes referencias bibliográficas:

“A las 32 semanas de gestación la concentración de receptores para oxitocina en el útero es 100 veces mayor que la encontrada en la mujer no embarazada y en el momento del trabajo de parto aumenta a 300 veces”
(Obstetricia moderna).

“La capacidad de respuesta miometrial a la oxitocina empieza a las 20 semanas, aumenta de modo uniforme hasta las 30, y después se acelera hasta una capacidad de respuesta máxima durante el trabajo de parto a término. Se cree que la sensibilidad aumentada de la oxitocina depende del incremento de la concentración de receptores para esta hormona en el miometrio y las deciduas, y de las formaciones de uniones de intervalo miometriales. La concentración de dichos receptores es baja a las 13 a 17 semanas y aumenta 12 veces hacia el término. Luego del inicio del trabajo de parto, la concentración de receptores es máxima. El incremento de la concentración receptores para oxitocina, que median la sensibilidad local a oxitocina tanto administrada como exógeno, explicaría la respuesta uterina aumentada a la oxitocina es mínima hasta que se induce una cantidad sustancial de receptores, y se establece el marco bioquímico para la contractilidad uterina.”
(“Uso de oxitocina en la sala de labor y parto”, Tesis doctoral de María Eugenia Amaya Hernández)

La succión del niño mayor sí que puede producir contracciones, pero en varios estudios al respecto las madres que lactaron embarazadas o bien no experimentaron contracciones al amamantar o bien constataron que estas cedían espontáneamente tan pronto como cesaba la succión. En conclusión, se podría establecer que, al igual que sucede con las de Braxton-Hicks, las contracciones de amamantamiento se producen sin interrumpir la gestación.

Perjuicios para los bebés
Otros mitos y creencias indican que mantener la lactancia durante el embarazo puede ser perjudicial para el bebé mayor (la leche ya no es buena, está podrida, le hace daño) o para el bebé que se está gestando.
Está científicamente demostrado** que el solapamiento de embarazo y lactancia no afecta negativamente al desarrollo fetal. Sea cual sea el coste, este repercute en la madre, aunque no parece que dicho coste sea excesivamente alto.

En un estudio realizado por asesoras de Alba Lactancia Materna no hubo diferencias significativas entre ambos embarazos (lactando y sin lactar) en las cifras de hemoglobina de la madre. Es decir que las madres no sufrieron anemia de forma más acusada por el hecho de amamantar. Tampoco hubo diferencias significativas en la media de ganancia de peso de las madres durante el embarazo.

Por otro lado, una investigación de Moscona y Moore*** se basó en el estudio de 57 mujeres que no destetaron a sus hijos al enterarse de su embarazo. El 43% de los niños mantuvieron la lactancia durante los nueve meses de embarazo y continuaron, en tándem, con la llegada del recién nacido. Los bebés que nacieron de estos embarazos fueron sanos y de un tamaño adecuado a su edad gestacional.

Contra viento y marea
El estudio de Alba Lactancia Materna sobre la lactancia durante el embarazo y en tándem puso de manifiesto que el 55,5% de los ginecólogos y comadronas mostraron una actitud negativa al enterarse de que la madre mantenía la lactancia durante el embarazo. Esta práctica tampoco es popular entre los pediatras, que mostraron rechazo en el 70,3% de las ocasiones. Así pues, y a pesar de la falta de evidencia científica que los avale, otro de los retos a superar durante la lactancia en tándem es la oposición y desaprobación por parte de los profesionales sanitarios.

Esta es la razón por la que un gran número de madres esconden a su ginecólogo/matrona y pediatra el hecho de estar amamantando durante el embarazo o en tándem, ya que no se sienten capacitadas para afrontar la presión negativa que pueden llegar a ejercer los profesionales sanitarios en estas situaciones.
En cualquier caso, si tu ginecólogo/matrona/pediatra se muestra contrario a que continúes amamantando durante tu embarazo, puedes solicitarle que te muestre los estudios o la “evidencia científica” que avala los supuestos perjuicios de la lactancia durante el embarazo, invitándole así a evaluar que parte de sus opiniones se basan en la evidencia y qué parte responde solo a ideas preconcebidas y prejuicios.

Querer es poder
Hay mucha más literatura y muchos más prejuicios en torno a la lactancia durante el embarazo que los que aquí se revisan. Pero estos que hemos analizado son quizás algunos de los más utilizados para denostar esta práctica. Siguiendo con la línea inicial de este artículo y profundizando en el “si quieres, puedes”, las madres que deseen amamantar durante su embarazo encontrarán apoyo para superar otros hitos de esta situación, sobre todo derivados de la influencia de las hormonas del embarazo en la producción láctea, tanto en los grupos de apoyo a la lactancia como en otras fuentes de información.

Las madres que decidan interrumpir su lactancia durante el embarazo después de leer estas líneas tendrán la seguridad de haberlo hecho por razones propias y personales, tan individuales como válidas, con la confianza y la seguridad de que no han tomado la decisión empujadas por presiones externas basadas en prejuicios infundados y mitos ya superados.

Referencias
*Siega-Riz A, Adair L.: Biological determinants of pregnancy weight gain in a Filipino population.
**Merchant, Martorell y Hass: Maternal and fetal responses to the stresses of lactation concurrent with pregnancy and of short recuperative intervals
***Moscone S, Moore, MJ: Breastfeeding during pregnancy.

PD. Hoy es mi cumpleaños, así que si habéis leído hasta aquí, aprovechad y me dejáis una felicitación en los comentarios. 
 

jueves, 24 de noviembre de 2011

Yo confieso...

Yo confieso que durante toda mi adolescencia y parte de mi entrada en la edad adulta pensé que lo más importante en mi vida era mi trabajo, una carrera profesional irrenunciable que, incluso, se debería situar por encima de una hipotética relación de pareja que quedara en entredicho… Por ejemplo, no renunciaría a mi carrera profesional porque mi compañero fuera trasladado a otro lugar.

Yo confieso que siempre pensé que era una de esas mujeres a las que la casa “se les caía encima” y que no servía para ser “ama de casa”.

Yo confieso que siempre creí firmemente que cuidar de los hijos era ser “ama de casa”.

Yo confieso que siempre amé a los niños de los demás. Siempre. Desde que tenía menos de diez años adoraba estar con bebés. Y, sin embargo, también era de las que decía que mis hijos no me iban a tomar el pelo y que yo iba a ser una madre nazi.

Yo confieso que veía a Supernanny con fervor y que incluso hice un coleccionable del susodicho programa de televisión de un famoso diario nacional.

Yo confieso que, incluso, no entendía demasiado bien que los padres recientes renunciaran a salir alguna noche o a tener tiempo para ellos para quedarse con sus hijos… al fin y al cabo, para eso estaban los abuelos.

Yo confieso que no entendía a las ”madres coraje”, apelativo con el que hacía mofa de las madres que hacían sacrificios o cambiaban su modo de vida buscando el bienestar de sus hijo

Yo confieso que miraba con cierto disgusto a las mujeres que amamantaban a sus hijos más allá de un año, a niños que ya andaban y que se subían al regazo de sus madres para tirarles del jersey y sacar la teta.

Yo confieso que no entendía que se usara la teta como consuelo, cuando se supone que solo debería ser alimento.

Yo confieso que era una de esas personas que repetía firmemente que los niños tenían que ir a la guardería “para socializar” y que tienen que ser independientes.

Yo confieso que me había tragado completamente el argumento de que los niños tienen que aprender a dormir.

Yo confieso que, incluso con mi primer embarazo, era de las que pensaba que daría el pecho “si podía” y si me tocaba en suerte ser de las que “no podía” pues tampoco iba a pasar nada.

Y llegó mi maternidad. Y resultó que todo lo que había creído hasta entonces no servía. Me di cuenta de que una cosa era querer y cuidar a los hijos de tus amigos, a tus sobrinos, y otra cosa muy diferente era que un pequeño ser llorón, babeante y adorable volviera tu mundo patas arriba, cambiando completamente tu escala de valores y los esquemas de creencias culturales que habías aplicado hasta ese momento.

Y ahora me doy cuenta de que yo fui afortunada. Porque aprendí de la mano del mejor maestro y repetí la asignatura maternal con mi pequeña gurú no por haber suspendido sino para “subir nota”. Porque mi proceso de aprendizaje estuvo siempre apoyado, acompañado e, incluso, incitado por mi marido.

Fui afortunada porque no necesité pedir excedencias u horas de lactancia, lo que me permitió regalarme a mi misma días llenos de juegos, sonrisas, cuentos y siestas con mi pequeño.

Me tocó la lotería. La lotería de la oxitocina, de mi cabezonería propia que me hizo tener éxito en una lactancia en unas circunstancias (tomas interminables, a todas horas, síndrome de la cuna con pinchos, etc.) que hacen flaquear el empeño de algunas otras mujeres a la hora de alimentar a sus hijos.

Fui suficientemente atrevida como para darme cuenta de que si había disfrutado meciendo y acunando a los hijos de los demás, no iba a dejar que nadie cronometrara el tiempo que tenía a mi hijo en brazos o contara la cantidad máxima de besos permitida por día. Fui consciente de que el llanto de un bebé es el ruido más desasosegante del mundo y que no iba a dejar que mi hijo llorara porque, en ningún caso, lo hacía por manipularme.

Y, aún así, confieso que la demanda de mi pequeño me dejaba descolocada en más de una ocasión. Deseosa de que llegara mi “compañero de lucha libre” a chocar la mano para poder ducharme, pasearme o tan solo pensar el cepillarme los dientes o hacer algo por mí misma.

Y ¿a qué viene todo esto? Creo que es importante hacer retrospectiva, me hace sentirme afortunada. Pero es que precisamente me viene todo esto a la cabeza ahora que no hago más que leer a gente poniendo a caer de un burro a Soraya Sáez de Santamaría por incorporarse al mundo laboral tan solo diez días después de haber dado a luz.

Argumentan que no se han tenido en cuenta los derechos del niño (a la lactancia, al vínculo y apego con su madre, etc.), hay quien dice que es un ejemplo nefasto que echa por tierra las reclamaciones de las que deseamos poder tener más tiempo para dedicarnos al cuidado de nuestros hijos, hay quien dice que no es más que un modo de “sumisión” de esta mujer a los dictado machistas de una política de partido dirigida por hombres, hay quien dice que le falta información, que lo último en la escala de valores ha sido el bienestar de su hijo…

Y yo me pregunto, ¿dónde queda el respeto por las decisiones ajenas? ¿En qué punto nos hemos convertido tan en adalides de las maternidades ajenas que nos hemos vuelto ciegas a la legitimidad del deseo de algunas mujeres de ser madres sin renunciar por ello a otras metas vitales? ¿No estamos obviando el respeto, el vive y deja vivir, que muchas veces reclamamos para nosotras mismas?

No es que esta señora me caiga especialmente bien, pero soy capaz de ponerme en su piel y pensar que quizás hará ya un par de años que se planteó que estaría bien ser madre antes de las siguientes elecciones por si los electores (o la ley electoral) llevaban a su partido al poder y debía asumir un puesto de responsabilidad. Me la imagino pensando que quería dedicar un tiempo a su hijo y la imagino frustrada mes tras mes cada vez que la bajaba el periodo. Puedo llegar a adivinar su alegría al obtener el deseado positivo y su inquietud por la fecha probable del parto, tan próxima al un periodo tan importante para su carrera.

Y me parece legítimo su deseo de ser madre sin renunciar a su carrera profesional. Porque quizá su elección era estar cuatro u ocho años en posiciones de responsabilidad y enfrentarse al a maternidad en pleno huracán político, desbordada y con más años de la cuenta.

Por otro lado, está claro que ese bebé iba a sufrir un cierto abandono si su madre no bajaba el perfil político de su labor, por lo cual no me parece mal que su figura primaria de vínculo sea una persona diferente a su madre. Ya sea su padre, una tía, una abuela o la persona que se vaya a encargar de su cuidado durante los primeros años de vida. Es duro quedarte sin tu madre a los diez días, pero lo es algo menos si cuentas con una figura esperemos que amorosa, centrada en tu cuidado y que va a ser una referencia durante los próximos meses.

En cuanto al tema de la lactancia, yo soy de las que creen que los bebés tienen derecho a ser nutridos con el mejor alimento posible, la lecha materna, pero también creo que la madre tiene derecho a hacer una elección en el marco de su sistema de valores y de creencias. Como he leído a Carlos González en alguna ocasión, la teta no se da porque sea mejor, más sana o para que los niños nos salgan más listos, la teta se debería dar porque se disfruta… Y si una madre no disfruta de su lactancia, cada toma es un suplicio en el que se martiriza pensando dónde podría estar si no fuera por la teta, se culpabiliza a sí misma y a su bebé, ¿de verdad creemos que va a ser una lactancia saludable y beneficiosa? ¿Para la madre y para el bebé?

En fin, que entiendo los argumentos, comparto algunos y otros no. Pero creo que estamos equivocando la lucha. Yo creo que las demandas tienen que ser hacia el respeto, teniendo en cuenta las necesidades de los hijos, pero también las de las madres. Garantizando que todas tengamos derecho a elegir, tanto la que desea incorporarse a los 10 días de dar a luz como la que desea hacerlo a los 365 días o a los 700.

En el fondo, el sentimiento que más se despierta cada vez que oigo hablar de Iván y de Soraya es una mezcla de pena y regocijo. Pena porque creo que la venda antimaternal que la sociedad actual nos pone en los ojos es algo que tenemos que quitarnos por nosotros mismos. Cualquier cosa que no sea eso, cualquier decisión orientada a fomentar un comportamiento más afectivo y maternal en quien no lo quiere y no lo acepta como propio, no es más que una forma más disfrazada de paternalismo. De regocijo porque no puedo dejar de pensar que este giro tan radical en mi vida, en mis ideas es fruto, a partes iguales, de la casualidad y el convencimiento.

Yo confieso: me siento orgullosa de lo que soy y avergonzada de lo que fui. ¿Me convierte eso en mejor madre que Soraya? Lo único cierto que saco al final de todo esto es que el amor de nuestros hijos es puro e incondicional y se sobrepone a todo lo demás.

martes, 22 de noviembre de 2011

Calendario de actividades de Oh! la luna

Como ya os conté en post anteriores, Oh! la luna es un concepto que va mucho más allá del de tienda. Nuestra vocación es convertirnos en un centro de servicios a la maternidad y a la crianza, por lo que hemos diseñado una agenda de encuentros y actividades que nos permitan compartir nuestras pasiones con todas las familias interesadas en ello.

Todas ellas se realizarán en la sede de Oh! la luna (C/ Betanzos 4 posterior, entrada por plaza Júpiter), en Alcorcón.
  • Miércoles, 30 de Noviembre, 10:00 a 12:00 _ Charla gratuita “Portear bien”, impartido por Elena, donde veremos por qué y cómo portear bien, la postura fisiológica, las características de los buenos portabebés y cómo diferenciarlos de los “malos” y los diferentes sistemas de porteo respetuoso.
  • Jueves, 1 de Diciembre, 11:00 a 13:00 _ Charla gratuita “Introducción a los pañales de tela”. En este encuentro os contaremos las ventajas de los pañales de tela (económicas, ecológicas, sanitarias y estilísticas), los diferentes sistemas y materiales y el día a día con ellos.
  • Jueves, 1 de Diciembre, 17:00 a 19:00 _ Taller de porteo, fular delante. Con una inversión de 12 €, veremos y practicaremos tres anudados: cuna delante, canguro delante y cruz envuelta delante. Variaciones de los mismos para amamantar-tumbar al bebé y trucos y soluciones a los problemas más frecuentes.
  • Viernes, 2 de Diciembre, 10:00 a 11:30 _ Curso de Masaje, bebés de 0 a 1 año. Sesión I. Un curso para aprender a comunicarte con tu bebé a través del tacto, y otras muchas cosas. Además, estrenamos formato: puedes venir al curso completo (y te supondrá una inversión de 80€) o venir a sesiones suelta (con un precio de 20€ cada una). No tienes que traer nada más que a tu bebete, nosotros ponemos todo lo necesario para la sesión (empapadores, aceite, gasas, toallitas, etc.) además de la documentación para que te lleves a casa.
  • Sábado, 3 de Diciembre, 11:30 a 13:30 _ Taller “Lactancia materna, la importancia de los primeros días”. Eloísa nos cuenta todo lo necesario para establecer una lactancia placentera desde el primer momento. Si estás embarazada o acabas de tener a tu bebé, no debes perderte este taller, que tiene un precio de 10€.
  • Lunes, 5 de Diciembre, 10:00 a 12:00 _ Grupo de apoyo a la Crianza (gratuito). Una mañana para compartir inquietudes, dudas, emociones, risas, preocupaciones… Cara a cara, haciendo tribu. Que falta nos hace, ¿verdad?
  • Lunes, 5 de Diciembre, 16:30 a 18:30 _ Taller “Masaje para aliviar cólicos, gases y estreñimiento”. Un taller de dos horas de duración donde veremos cómo aliviar las molestias intestinales de nuestros peques, mediante el masaje y algunos pases de reflexología. La inversión de 20€ incluye el material necesario para el taller en sí y la documentación para llevarte a casa. 
  • Viernes, 9 de Diciembre, 10:00 a 11:30 _ Curso de Masaje, bebés de 0 a 1 año. Sesión II
  • Sábado, 10 de Diciembre, 10:00 a 14:00 _ Curso-taller de Cosmética artesanal. Una mañana muy intensa, en la que aprenderás a hacer productos básicos para el cuidado de vuestra piel: jabón para lavar la ropa, jabón cosmético para tu bebé, solución limpiadora en cubitos, papel-jabón, crema para las irritaciones del pañal y crema antiestrías. Recetas muy sencillas que te pueden servir de base para luego seguir investigando productos más específicos. Además, dadas las fechas, la decoración de los productos tendrá un toque navideño. Por tan sólo 50€, te llevarás a casa mucho más que los productos que hagamos: el conocimiento para seguir haciéndolos.
  • Lunes, 12 de Diciembre, 10:00 a 12:00 _ Grupo de apoyo a la Lactancia materna (gratuito).¿Tienes dudas sobre la lactancia?¿te parece que tu bebé mama con demasiada frecuencia?¿tienes grietas? o a lo mejor simplemente te apetece estar un rato en buena compañía, compartiendo la mañana con otras mamás que, como tú, amamantan a sus hijos.
  • Lunes, 12 de Diciembre, 16:30 a 18:30 _ Charla gratuita “Portear bien” Edición de tarde

  • Martes, 13 de Diciembre, 10:00 a 11:30 _ Curso de Masaje, bebés de 0 a 1 año. Sesión III
  • Martes, 13 de Diciembre, 17:00 a 19:00 _ Taller de porteo, fular detrás. Tres anudados traseros: canguro, doble hamaca y cruz envolvente. Pero lo más importante, te enseñaremos a pasar a tu bebé a la espalda y a portearle con seguridad. Veremos trucos para conseguirlo y resolveremos las dudas que tengáis (y alguna más). 12€.
  • Lunes, 19 de Diciembre, de 10:00 a 12:00 _ Grupo de apoyo a la Crianza (gratuito)
  • Miércoles, 21 de Diciembre, 17:00 a 19:00 _ Charla gratuita “Introducción a los pañales de tela” Para aquellos que no hayáis podido venir a la convocatoria de la mañana.
  • Jueves, 22 de Diciembre, 11:00 a 13:00 _ Taller “La vuelta al trabajo y la lactancia materna”. Se acerca el final de tu baja por maternidad (o excedencia) y toca volver al trabajo. Si no sabes cómo organizarte para mantener la lactancia, vente a este taller. Desde cómo extraer y almacenar la leche, hasta las diferentes maneras de dársela al bebé, sin olvidarnos de los aspectos emocionales. Con un precio de 10€.
  • Jueves, 22 de Diciembre, 17:00 a 19:00 _ Taller de porteo, fular elástico. Tres anudados: Cruz envuelta delante, a la cadera con bucle y doble hamaca a la espalda. Si tienes un fular elástico, tanto si quieres empezar a usarlo como si ya lo manejas pero quieres sacarle todo el partido, no te pierdas este taller. 12€.
  • Viernes, 23 de Diciembre, 10:00 a 11:30 _ Curso de Masaje, bebés de 0 a 1 año. Sesión IV
  • Lunes, 26 de Diciembre, 10:00 a 12:00 _ Grupo de apoyo a la Lactancia materna (gratuito)
  • Jueves, 29 de Diciembre, 17:00 a 19:00 _ Taller “Alimentación complementaria a demanda o Baby-Led Weaning”. Lo natural (y, a la larga, más cómodo) es dejar que sea el niño el que dirija la introducción de la alimentación complementaria, dándole a comer igual que comemos nosotros: trocitos. Si piensas que los purés no son para tí (ni para tu hijo), si no quieres hacer dos (o más) comidas diferentes, si quieres seguir saliendo a comer libremente sin cargar con una nevera para tu peque… vente a re-descubrir el “baby-led-weaning” (¿O creías que las batidoras han existido toda la vida?). Por sólo 10€, te ahorrarás muchas complicaciones.

  • Viernes, 30 de Diciembre, 10:00 a 11:30 _ Curso de Masaje, bebés de 0 a 1 año. Sesión V
Es necesario reservar plaza, puedes hacerlo enviando un mail a info@ohlaluna.com o a hola@monitosyrisas.com. Para el taller de cosmética, es necesario ingresar 10€ para reservar la plaza, no así para el resto de actividades.

Pensando en aquellos que se arrastran y-o reptan, a la sala se accede sin calzado de calle. Te rogamos traigas unos calcetines, babuchas o lo que te apetezca para estar confortable.

Si tienes alguna duda, contacta con nosotras (ya puedes venir a vernos a Oh! la luna)
C/ Betanzos 4 posterior (entrada por Plaza Júpiter), Alcorcón.
Por las mañanas, estamos, de momento, de 10:00 a 14:00.
Y por las tardes, de 17:00 a 19:30.

info@ohlaluna.com
www.ohlaluna.com

viernes, 18 de noviembre de 2011

Chúpate esa, Nestlé

<p>Stem cells in breastmilk</p>
Leo hoy en Internet que científicos de una universidad australiana han confirmado la existencia de células madre en la leche materna y su potencialidad para convertirse en todo tipo de tejidos necesarios para el desarrollo del cuerpo humano (hueso, músculos, neuronas, etc.). Y esta aparentemente fría noticia me ha tocado el "corazoncito lactante", aunque no en la manera que algunos pudieran pensar de tener más argumentos para pregonar la superioridad de la leche materna.

Por un lado, tengo bastante claro que la leche materna no es "lo mejor" sino "lo normal" para la especie humana. La contundencia de datos como estos lo demuestran a simple vista. Lo que me emociona de este nuevo descubrimiento es la cantidad de incertidumbres que debe estar abriendo en los departamentos de márketing de ciertas empresas que se enriquecen con técnicas ilícitas, amorales y nada éticas en cuanto a la comercialización de sus sucedáneos de leche materna.

¿Y ahora como nos las componemos? ¿Colará si añadimos células madre de vaca a nuestro producto Nutriciación 2001? ¿U optamos por desacreditar este estudio? ¿O a sus responsables?
Desde luego, cada día se quedan con menos argumentos científicos, legales o éticos para afirmar que su leche es "lo más parecido a la leche materna". Ahora solo queda difundir este tipo de descubrimientos para que vaya calando también en ciertos estamentos resistentes a abandonar el manido "si con biberón se crían igual de bien" ante cualquier duda o tropiezo que comenten las madres con respecto a sus lactancias y las de sus bebés.

Os dejo un enlace a la publicación de la noticia en español: ¿Adios al dilema ético?

Y una traducción a la remanguillé de un artículo que he encontrado en la web internacional de Medela, ya que esta firma organiza un congreso internacional de lactancia materna en Viena (Austria) en 2012, donde se presentarán los resultados de esta investigación por primera vez (¿Algún interesado en la sala para patrocinarme la inscripción, estancia y desplazamiento al evento? Ya si eso me llevo yo la latilla de sardinas y el pan envasado para procurarme sustento baratito).
La teoría sobre la presencia de células madres en la leche materna, desarrollada en 2007 por la Universidad de Australia Occidental (UWA), ha sido elevada a un nuevo nivel gracias a los últimos resultados obtenidos por uno de los miembros más recientes del equipo, la estudiante de doctorado Foteini Hassiotou, que ha demostrado que las células madres de la leche materna tienen la potencialidad de convertirse en otro tipo de células (oseas, grasas, hepáticas, neuronas, etc..). ¿Podría ser el final del dilema ético sobre la recolección de células madre para la investigación mediante métodos no invasivos? ¿Que implicaciones tiene este descubrimiento con respecto a las capacidades únicas de la leche materna para optimizar el crecimiento y desarrollo de los bebés?



Células madre en la leche materna: de teoría a realidad


<p>Dr Foteini Hassiotou</p>
Hassiotou ha realizado su descubrimiento como miembro del Grupo de Investigación sobre Lactancia Materna, que está dirigido por el profesor Peter Hartmann en la UWA. El gran valor de las células madre de la leche materna se debe a la potencialidad que estas células tienen para convertirse en cualquier tipo de tejido del cuerpo humano durante los primeros años de vida y crecimiento. Asimismo, cuentan con la capacidad de constituirse en una especie de "sistema interno de reparación". 

Aún así, tanto con las células madre adultas como con las embrionarias, los científicos se enfrentan al dilema ético que supone obtener estas células para su investigación.

El Grupo de Investigación sobre Lactancia materna lleva más de cinco años realizando estudios sobre la presencia de células madre en la leche materna. "Es apasionante ir descubriendo la biología de las células madre de la leche materna y poder realizar nuevos descubrimientos que lleven nuestro conocimiento sobre la lactancia a un nuevo nivel", ha manifestado la investigadora. "Esta estudio demuestra una vez más que la leche materna es mucho más que nutrición para el bebé".

miércoles, 16 de noviembre de 2011

Un sueño hecho realidad

Creo que ya he dicho miles de veces que la maternidad volvió mi mundo patas arriba. Uno de los sueños que he acariciado miles de veces durante estos cuatro años ha sido poder dedicarme de lleno a trabajar con otras mamás, contribuyendo a allanarles o a hacerles más llevadero el camino que yo había recorrido de la mano de mis hijos.

Ese deseo me llevó a hacerme asesora de lactancia, a través de Multilacta, formándome como tal y organizando un grupo de madres en mi localidad para dar apoyo y soporte a las mujeres en su deseo de amamantar. Pero mi cuerpo pedía algo más. Mi mundo había empezado a cambiar de la mano de la lactancia, pero tenía claro que mi camino había estado jalonado de otros aprendizajes, de otros encuentros… Necesitaba ir más allá.

A principios de este año comenzaba mi proyecto más ambicioso: abrir una tienda online de pañales de tela en la que dar una aplicación práctica a toda la experiencia y experimentación que había acumulado a lo largo de los últimos dos años de aventura pañalera. Y el verano trajo encuentros propicios y finalmente la culminación de todo el camino recorrido hasta ese momento: abrir un espacio propio para darle una presentación más visual y cercana a los productos y combinarlos con una amplia oferta de servicios, encuentros y talleres. Es decir, poner los cimientos y levantar un centro de servicios a la maternidad, a la crianza con apego, un punto de encuentro para madres y familias, un lugar donde poner nuestras respectivas vocaciones al servicio de la comunidad.

Quiénes somos
Oh! la luna nace de la unión entre dos mujeres que nos definimos como madres, emprendedoras, blogueras y comprometidas, Eloísa y Elena. Pero Oh! la luna es también la unión de los proyectos que hemos creado: De Monitos y Risas y Una Maternidad diferente / Culitos de tela.

Qué hacemos
En Oh! la luna hemos juntado nuestra experiencia previa para ofrecer una completa gama de productos:
  • Portabebés.
  • Pañales de tela.
  • Cosmética ecológica.
  • Ropa y Accesorios
  • Libros, juguetes, etc.
  • Regalos

Pero, además, pondremos a disposición de las familias una amplia gama de servicios:
  • Grupos de lactancia y de crianza
  • Talleres de portabebés, pañales de tela...
  • Jornadas de preparación a la maternidad, lactancia, alimentación complementaria...
  • Cursos de masaje infantil, inteligencia emocional, reflexología podal infantil...
  • Actividades: juego en familia, yoga, cuentacuentos...
  • Eventos: cumpleaños, presentaciones, reuniones, etc.

Ideario
Estamos convencidas de que el cuerpo femenino está perfectamente preparado para gestar, parir y nutrir a los bebés humanos. El proceso de la maternidad aporta una visión diferente, cambia esquemas, tambalea sistemas de creencias y nos devuelve una perspectiva completamente nueva sobre muchos aspectos de la vida.

Creemos que la llegada de un bebé a la familia supone una alegría inmensa, que no tiene que llevar aparejado un gran desembolso de dinero. Lo único que necesita un bebé para ser feliz es colmar sus necesidades de contacto y afecto maternal, paternal y familiar.

Confiamos en que un nuevo miembro en la familia siempre invita a reflexionar, y la llegada del bebé puede contribuir a convencernos para cambiar nuestros hábitos de vida por otros más saludables y menos dañinos que contribuyan a legar “un mundo mejor” a nuestros hijos.

Sabemos que las madres de hoy en día necesitan lugares en los que mantener contacto con otras mujeres, sentirse comprendidas y aprender de la experiencia y sabiduría de las demás. Hacer tribu se convierte en una necesidad imprescindible durante la maternidad.

Entendemos que hay tantas maneras de criar como personas, cada familia es única y sus miembros merecen una atención exquisita y esmerada para resolver sus dudas, satisfacer sus necesidades o simplemente ofrecer un poco de afecto y comprensión.

La maternidad y la llegada del nuevo miembro es un momento frágil y delicado para todos los implicados, sobre todo el bebé. Apoyo, aliento, empatía y comprensión son los pilares en los que se debería apoyar el nuevo equilibrio familiar.

Nuestro decálogo
  1. Cada cliente es único, por lo que nuestro compromiso es ofrecer siempre una solución adaptada a sus necesidades únicas e irrepetibles.
  2. Todas las necesidades son igual de válidas e importantes. No juzgamos, sino que escuchamos.
  3. Nuestro mayor activo es nuestra experiencia. No dudes en preguntar, preguntar y preguntar.
  4. La cooperación es la clave del éxito. En todos los ámbitos de la vida; también en los negocios.
  5. Cada día está lleno de oportunidades. Siempre tenemos los cinco sentidos puestos en aprender cosas nuevas.
  6. Nos gusta sorprender. Mantén la mente abierta y déjate seducir por todas las opciones y alternativas que pondremos a tu alcance.
  7. Un cliente sonriente es un cliente satisfecho. Queremos ayudarte a sonreír y a disfrutar cada momento como si fuera único.
  8. Un consumo y un comercio ético y responsable son la mejor manera de crear valor para todos.
  9. Tu tiempo es tan valioso como el nuestro.
  10. Y, por supuesto, el cliente siempre tiene la razón.

Pulsa sobre la imagen para ampliarla.
¿Dónde estamos?
C/ Betanzos 4 (posterior)
Entrada por Plaza Júpiter
28925 - Alcorcón
Madrid

Renfe (cercanías): San José de Valderas (C5)
Metro: Joaquín Vilumbrales (L10)
Autobuses interurbanos: 510, 511, 513, 514, 520, 560

www.ohlaluna.com
info@ohlaluna.com

miércoles, 2 de noviembre de 2011

Consulta:
Antes de nada darte las gracias por tu blog, me ha aclarado muchas dudas sobre Baby led-weaning.

Tengo una bebita de 6 meses y tengo que empezar ya con la alimentación complementaria. Me he leído tb el libro de Carlos González "Mi niño no me come" y tengo una duda: ¿es imprescindible que le dé cada día cereales? Porque el único cereal sin gluten que se me ocurre para darle en casa es el arroz y si le doy cada día (como recomiendan en el caso de las papillas) igual se estriñe, ¿no?


Muchas gracias de antemano y un saludo.
Respuesta:

No es imprescindible que cada día coma el niño cereales, igual que los adultos tampoco tomamos cereales todos los días.

Sin gluten tienes dos opciones: arroz y maíz, que puedes preparar de distintas formas. Con harina de arroz o de maíz puedes hacer panes o galletas o bizcochos, crepes, masa para pizzas, todo lo que se te ocurra. Tienes también tortas de arroz y de maíz.

En cualquier caso, las recomendaciones actuales están orientadas a introducir el gluten antes de los siete meses y poco a poco, así que le podrías ofrecer un cuscurro de pan normal para que chupetee, un macarrón o cualquier otra cosa que se te ocurra y que comáis todos.

En cuanto al estreñimiento, no sabría decirte… Las culturas orientales comen mucho arroz a diario y no tengo datos de que vayan “más estreñidos” que el resto. Si come arroz a diario, pero también toma frutas y verduras, su leche y otros alimentos, no tendría por qué estreñirse… Todo ello teniendo en cuenta que ofrecer y dejarle que coma arroz no implica que vaya a comer unas cantidades tremendas a diario.

El libro de Carlos González que comentas es genial… Yo lo releo de vez en cuando para refrescar conceptos.

Un saludo,

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